EL puente de la Constitución, a falta de conocer las cifras oficiales de cierre, no ha dado de sí todo lo esperado. En el capital no se ha alcanzado el lleno total. Según el Ayuntamiento, las expectativas de ocupación se han mantenido en el 85%. Otra cosa es que se hayan cumplido. La huelga de los controladores fue un pésimo inicio pues dejó en tierra a los viajeros que se habían decidido a salir fuera. A otros muchos no les cupo otra posibilidad de que sacrificar sus vacaciones a causa de las estrecheces económicas y la cercanía de la Navidad. El turismo proveniente de las provincias más cercanas llenó las calles durante las jornadas más señaladas del puente. Sierra Nevada tampoco ha podido explotar convenientemente la enorme cantidad de nieve que cubren sus pistas. El martes, por segundo día consecutivo, y a causa de las fuertes rachas de viento, que llegaron a los 120 kilómetros por hora, la estación permaneció cerrada. Fue el cuarto día de clausura del área de esquí desde la inauguración de la temporada. En resumen, un puente a medio gas.

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