LA cara positiva del derrumbe del precio de los alquileres durante los meses de verano es que aquellos a quienes aún les sobre algunos ahorros podrán pasar una o dos semanas en la Costa de Granada a cerca de un 25% menos que el año pasado, según los datos del portal Homeaway.es. El dato malo es que todo el negocio que gira alrededor de la vivienda y el ladrillo, del que vivían miles de personas entre propietarios y constructores, sigue cayendo imparable, con el consiguiente descalabro. La caída del alquiler supone también una depreciación de la cotización de la Costa de Granada en el ranking nacional, ya que es la cuarta que más ha bajado los precios del arriendo. Por último, el conjunto de datos aportados sobre los alquileres de pisos y apartamentos refleja también el descenso de la capacidad adquisitiva de la gente común, la que se había acostumbrado a premiarse con unas vacaciones en familia en una de las playas de Granada.

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