QUOSQUE TANDEM

Luis Chacón

Nuestras cinco ces

NO podemos gastar lo que no tenemos. Esta idea se ha convertido en una suerte de mantra que quiere aclarar el origen de la crisis pero es una explicación muy feble. Obtener crédito no es negativo per se. Al contrario, una inversión correctamente financiada genera desarrollo y crea riqueza. La deuda española es un problema, pero no por su volumen sino por la finalidad a la que se dedicaron algunos de los recursos obtenidos que, para desgracia de los ciudadanos, fueron inversiones improductivas y gasto corriente.

Si financiamos un gasto, sea necesario como las nóminas públicas o superfluo como las fiestas locales, nos obligamos a dedicar ingresos futuros, que son inciertos, a su pago. Además, hacerlo a largo plazo es irracional porque multiplica su coste real e inmoral porque fuerza a pagarlo a quienes puede que ni lo disfrutaran. Las inversiones se definen por su capacidad de generar ingresos suficientes para cubrir sus gastos de gestión, amortizar la deuda constituida para su puesta en marcha y producir beneficio. Pero nos han hecho a creer que cualquier infraestructura es una inversión por el mero hecho de existir.

Prestar es asumir un riesgo, mayor o menor y cercano o lejano de impago. Cada día, los mercados que son prestamistas sensatos porque arriesgan su propio dinero, analizan los factores que influyen en el riesgo de crédito y que se conocen como las Cinco Ces por sus iniciales inglesas. Carácter (charácter); refleja la calidad de los gestores, su integridad y honradez y es fundamental para valorar una operación. Capacidad (capacity); es el potencial de generación de ingresos. Patrimonio propio (capital). Garantía (collateral); o avales de terceros si son necesarios para afianzar la operación y Situación (conditions) o entorno del prestatario.

Analicemos nuestras Cinco Ces. Disponemos de patrimonio, somos un país grande y desarrollado. La situación actual de nuestra economía no es buena y nuestra capacidad se cuestiona ya que el gasto público sigue algo descontrolado. Por eso debemos aportar la garantía de nuestra pertenencia a la UE que, lógicamente con condiciones, está dispuesta a afianzarnos. Pero si somos sensatos veremos que nuestra peor nota está en el carácter. Demasiados casos de mala gestión y corrupción ensombrecen la necesaria confianza que debemos generar a quienes nos prestan. Generaremos confianza si el trabajo y el esfuerzo priman sobre corruptelas, favores e influencia política. Necesitamos regenerar España. De estas dudas sobre la capacidad del deudor surgen las incertidumbres. Esa es una de las razones por la que los mercados de financiación están cerrados a las administraciones públicas españolas con la única excepción del estado.

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