La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

El cheque no estaba en blanco

Los militantes no han dado un cheque en blanco. No ignoraban la cifra escrita por Bildu, PNV, BNG, ERC y Junts

La militancia socialista ha dicho sí a la amnistía de los independentistas condenados o prófugos –y de paso a cuántos miles de millones y concesiones se tercien– respondiendo una pregunta en la que no figuraba la palabra amnistía. Como ustedes saben lo que se les preguntaba era: “¿Apoyas el acuerdo para formar un gobierno con Sumar y lograr el apoyo de otras formaciones políticas para alcanzar la mayoría necesaria?”. No era cuestión de poner las cosas difíciles incluyendo la palabra amnistía. Lógicamente ningún votante la ignoraba, pero así se suavizaba la cosa para el 87,13% del 63,4% de militantes que ha votado. Solo el 11,93% del no parece haber tenido en cuenta la gravedad de la palabra no mencionada.

Los que han votado afirmativamente lo hacían a una pregunta cómoda. Apoyar el acuerdo con Sumar para formar un gobierno les parece perfecto porque la izquierda ha ganado eso que ahora se llama el relato: el PP no puede cogobernar con la extrema derecha populista porque eso equivale al fascismo, pero el PSOE sí puede hacerlo con la extrema izquierda populista porque eso equivale a progreso, libertad e igualdad (fraternidad más bien no, visto lo mucho que se aborrecen Podemos y Sumar).

Con lo de lograr el apoyo de otras formaciones políticas para alcanzar la mayoría necesaria sucede lo mismo. ¿Cómo no apoyar esta generalidad sin siglas, sin precio y sin la palabra amnistía? Insisto en que todos sabían cuales son las siglas –desde la derecha conservadora nacionalista del PNV y Junts a la izquierda independentista de ERC y la pos etarra de Bildu– y cuál es el precio en miles de millones y amnistía. Pero es más cómodo responder a una pregunta en la que esto no figura. Ya lo cantaba Mary Poppins: “Con un poco de azúcar esa píldora que os dan, / pasará mejor. / Si hay un poco de azúcar, / esa píldora que os dan / satisfechos tomaréis”.

Esto no es, como se ha dicho, dar un cheque en blanco a Sánchez. Ningún militante ignoraba la cifra que Bildu, PNV, BNG, ERC y Junts han escrito en él. El largo silencio de González hasta explotar con un “¿por quién me toma?” cuando le preguntaron si se hubiera fotografiado con Puigdemont o el diagnóstico de Guerra –“la izquierda ha perdido el norte”– y los adjetivos con los que ha calificado la amnistía –“horrible”, “tremendo”– y la foto de Sánchez con Bildu –“espantoso”– no cuentan. Son una rémora del pasado. Están borrados.

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