El jueves pasado se anunció otra subida de los tipos de interés por parte de los responsables del Banco Central Europeo (BCE); en este caso, con otro 0,25%, se elevan hasta el 4,5%.

El encarecimiento del precio del dinero pretende enfriar la economía y retirar dinero para el consumo con la idea de conseguir atajar la inflación. El problema de estas medidas es que al encarecer el coste de las hipotecas, se compromete la supervivencia de la economía de cientos de miles de jóvenes y de familias y empobrece a ambos colectivos.

Para aquellas familias con ingresos bajos (incluso superiores al salario mínimo), las decisiones del BCE condicionan y dificultan la supervivencia, impidiendo llegar a fin de mes. En otras ocasiones he comentado en esta tribuna la enorme gravedad de la situación de todas esas familias que “ni trabajando, ni con contrato indefinido, llegan a fin de mes”. Es una situación de enorme gravedad que, además, contribuye al descrédito de las instituciones pues son estas instituciones (en este caso el BCE) las que dan lugar a ello.

Pero creo que ha llegado el momento de exigir con fuerza medidas diferentes que no afecten a los más débiles y que, por el contrario, les protejan del empobrecimiento. El próximo Gobierno debe actuar tanto en el ámbito de las instituciones europeas para influir en las decisiones del BCE, como adoptando medidas concretas desde el Consejo de Ministros para proteger a las familias que están viendo comprometida su supervivencia. Y se pueden adoptar medidas concretas.

De hecho, creo que es para asuntos como este para lo que se necesita que haya un Gobierno progresista cuanto antes. Los problemas de la gente requieren medidas adoptadas por un Gobierno que tenga plena capacidad de acción y toda la sensibilidad necesaria en relación a los problemas que condicionan y empobrecen a las familias españolas.

Y es que estos asuntos no son únicamente cuestiones de justicia social sino también cuestiones que, si no se solucionan, perjudican y deterioran al sistema democrático. Urge actuar sin demora; este será uno de los asuntos por los que se medirá la sensibilidad social del Gobierno hacia quienes más necesidades tienen.