Sólo seis de cada cien niñas candidatas por edad a vacunarse gratis en los centros de salud de Granada contra el virus del papiloma humano completaron el tratamiento el año pasado. Sólo 320 de las 4.725 que cumplían los 14 años. El debate de las vacunas es eterno. Pero esta, se supone que la crearon para proteger contra el virus del papiloma, causante de la mayoría de los casos de cáncer de cuello de útero. Una vacuna que protege contra el desarrollo de un cáncer debería tener un uso masivo. Pero no es el caso por muy raro que parezca. Quizá la aparición de algunos efectos secundarios en otras niñas, quizá la duda de los padres al ser una vacuna reciente o quizá el cambio de mentalidad de las familias jóvenes, que hablan claro a las niñas del uso del preservativo como la mejor protección contra enfermedades de transmisión sexual (y esta lo es) sean algunas causas de este recelo. Lo que está claro es que si no hay avances médicos, los pedimos pero cuando los hay, nos cuesta aceptarlos.

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