Provincia

Rescatados dos pescadores que se quedaron atrapados en unas rocas

  • El temporal les cortó el camino a tierra y tuvieron que pasar la noche en el acantilado · Bomberos y Salvamento Marítimo colaboraron en la difícil operación

Bomberos de Motril, en colaboración con la Guardia Civil y Salvamento Marítimo rescataron ayer a dos pescadores deportivos, de 35 y 60 años, que llevaban atrapados desde el sábado por la noche en una loma de la playa de la Rijana, después de que el temporal rompiera el camino de acceso a la zona impidiéndoles salir del lugar.

Los dos pescadores, según relataron después del rescate, llegaron a pie al mediodía del sábado a una zona cercana a la playa de la Rijana, situada entre los términos municipales de Motril y Gualchos Castell de Ferro, cuando las circunstancias climatológicas eran buenas. No se imaginaban ni de lejos lo que se les iba a venir encima.

Conforme fue llegando la noche se complicaron bastante las condiciones meteorológicas, lo que hizo que el temporal rompiera el camino de acceso a la zona, a la vez que subió la marea, por lo que se tuvieron que refugiar en una pequeña cueva.

Por la mañana, fue un familiar de uno de ellos el que, tras acercarse al lugar y comprobar cómo estaban, dio el aviso a los Bomberos de Motril de que ambos se encontraban atrapados en un acantilado de unos 200 metros de altura.

En un principio, se intentó hacer el rescate por mar o por aire con un helicóptero de la Guardia Civil, desplazándose hasta la zona efectivos de Salvamento Marítimo y del Servicio marítimo de la Guardia Civil, pero el fuerte oleaje y la cercanía de rocas les impidió llegar hasta el lugar.

Al final y tras una operación complicada, fueron los bomberos de Motril los que consiguieron sacarlos del lugar.

En concreto, sobre las diez de la mañana de ayer domingo fue cuando llegaron al lugar los agentes de Bomberos, que colocaron una línea de vida con cuerdas ancladas a las rocas en la verdad de acceso, salvando los golpes de mar. En torno a la una y media de la tarde, los dos pescadores consiguieron ser rescatados y regresar a tierra firme, en buen estado de salud y hasta con buen humor.

Tanto Emilio Rodríguez como Juan Escañuela, que así se llaman los protagonistas de esta historia tensa pero con final feliz, aseguraron tras ser rescatados que nunca se dejaron llevar por el nerviosismo y que actuaron con tranquilidad, circunstancia que probablemente ha contribuido bastante a que ahora puedan contar su peripecia.

Los dos pescadores reconocieron que en ningún momento temieron por sus vidas y que, en realidad, lo que más les preocupó fue poner a salvo el equipo que llevaban consigo para que no quedara inutilizado. Parece una señal clara de que el incidente no va a hacer que renuncien a su manera de entretenerse.

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