Provincia

Una pareja muere en un cortijo de Rubite sepultada por un corrimiento de tierras

  • Los fallecidos son dos británicos de sesenta años que estaban de visita en la vivienda

Dos personas murieron ayer por la tarde al derrumbarse la vivienda que ocupaban en Rubite. El suceso tuvo lugar sobre las 18:30 horas cuando por causas que se desconocen se cayó la techumbre de la zona del comedor del cortijo, llamado Abulagar y ubicado en la carretera que va de Castell de Ferro a Órgiva, a unos dos kilómetros de Rubite.

Los fallecidos son Christopher y Christine M., un matrimonio de nacionalidad británica de 64 y 63 años vecinos de La Mamola, una localidad costera cercana a Rubite que estaban de invitados en el cortijo, cuyos propietarios, otro matrimonio británico, se encontraba asimismo en la vivienda, según fuentes de la Guardia Civil.

El techo cayó sobre las dos víctimas mortales cuando se encontraban en el comedor, mientras que el otro matrimonio estaba preparando café en la cocina, según fuentes municipales.

La propietaria del cortijo fue trasladada a un centro hospitalario por diversas fracturas de escasa consideración y su marido fue atendido con una crisis nerviosa.

Los dueños del cortijo, que llevan diez años viviendo en Rubite, avisaron al 112 y hasta ese lugar se desplazaron efectivos de la Guardia Civil, de los servicios sanitarios y bomberos de Motril, que retiraron los escombros y recuperaron los cuerpos sin vida de los dos británicos. Aunque los servicios sanitarios intentaron reanimarlos, no lo consiguieron.

Fuentes de la Guardia Civil señalaron ayer que se está investigando si las causas del derrumbe pudieran estar relacionadas con el temporal de lluvia que está azotando esa zona en los últimos días o con defectos en la construcción.

Técnicos municipales inspeccionarán hoy el cortijo para investigar las causas del derrumbe por si pudiera haber influido la tromba de agua que cayó ayer. Según el alcalde de Rubite, Arsenio Vázquez, antes de este suceso el Ayuntamiento tenía previsto convocar en breve un pleno para pedir la declaración de zona catastrófica del municipio por los efectos del temporal.

También en Cuevas del Campo se están sufriendo los efectos del temporal. Cinco viviendas en peligro de derrumbe fueron desalojadas ayer dejando en la calle a veinte vecinos. El alcalde, José Manuel Fernández, declaró que el desalojo se decretó habida cuenta que el informe elaborado por los técnicos, que hablaron de "peligro de derrumbe inminente".

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