Un 29 de mayo de 1766 y según cuenta la leyenda, cientos de fieles acudieron a la Iglesia de la Villa de Montefrío a escuchar misa, cuando de repente se formó una gran tormenta y un enorme rayo cayó sobre la iglesia. Este rompió las vidrieras del templo y provocó que una piedra de grandes dimensiones se desprendiera de la bóveda, dejando un gran agujero, y cayendo encima de los fieles. Temiéndose lo peor, los vecinos salieron de la iglesia y comprobaron que nadie había muerto y que sólo un pequeño perro, llamado Sultán, gemía de forma lastimera ya que el rayo le había cortado el rabo corría asustado al templo para ver si le había ocurrido algo a su dueño. Los vecinos comenzaron a gritar que había sido un milagro de la Virgen de los Remedios, y prometieron sacarla en procesión el 29 de mayo de cada año. Además realizaron una curiosa promesa en homenaje a Sultán, que 251 años después, sigue perdurando: todos los perros del pueblo y sus descendientes tienen permiso para poder entrar a la Iglesia de la Villa, sin que nadie pueda echarlos de allí.

Anoche, también 29 de mayo cientos de vecinos se dieron cita en la Iglesia de la Villa para escuchar misa y acompañar a la patrona de la localidad por las calles del municipio en una fecha tan especial. Por primera vez, la misa fue acompañada por el Coro de Mayores del Centro de Día Los Arrayanes. Conocida como la Fiesta del Rayo recuerda ese milagro que salvó la vida a un centenar de vecinos y a un perro.