La explanada del Palacio de Congresos no tiene tanto encanto como el templo Kiyomizudera de Kyoto, ni neones como el barrio de Shinjuku en Tokio, pero durante unas horas los granadinos que siguen teniendo a Japón en su lista de destinos soñados pudieron saborear la cultura nipona a pesar de estar a más de 10.000 kilómetros de distancia. El pequeño Matsuri (festival) y el Japan Weekend que se celebraron en el entorno del Palacio de Congresos permitieron a los granadinos que se pasaron por la zona probarse un auténtico kimono japonés, de esos que alquilan los propios ciudadanos nipones en sus visitas a los grandes templos; degustar algunas de las delicias gastronómicas que ha exportado el país del sol naciente; y darlo todo en concursos de kareokes y campeonatos de videojuegos.

Las actividades, organizadas por la asociación CrossOver, el Ayuntamiento de Granada, la Japan Weekend, el Vicerrectorado de Estudiantes de la UGR y Mama Curry, comenzaron a las 11:00 horas tocando todos los 'palos'. De lo que se trataba era de condensar la esencia japonesa en una sola jornada, así que hubo caricaturas mangas, cuenta cuentos infantil (kamishibai), talleres de origami y de cocina japonesa, sumo eléctrico y bailes tradicionales, además de puestos de productos originales japoneses, tanto de kimonos como de yukatas. Eso, fuera del Palacio de Congresos, porque dentro la actividad fue todavía más frenética y mucho más numerosa.

El fin de semana japonés de Granada no se limitó al mercadillo, que cerró sus puertas a las 21:00 horas, sino que tuvo su centro neurálgico en el Japan Weekend, que se celebró dentro del Palacio de Congresos. Miles de aficionados al manga, al anime y a los videojuegos pudieron disfrutar de un evento que ya en anteriores ocasiones fue un éxito rotundo, y que incluyó conferencias, concursos de baile, competiciones de cosplay o trivial sobre manga y anime.