Irán

Los seguidores de Musavi vuelven a manifestarse mientras los candidatos exigen la verdad

  • El Gobierno iraní convoca a embajadores y diplomáticos para protestar por las declaraciones "intervencionistas" de otros países.

Los ex candidatos opositores a las elecciones presidenciales iraníes insisten en que se investiguen las presuntas irregularidades detectadas, entre ellos Mir Hosein Musavi, cuyos partidarios se manifestaron una vez más en el centro de Teherán. Mientras, las autoridades tratan de controlar la situación dentro del país, donde han muerto ocho personas por los enfrentamientos, y, al mismo tiempo, protestan ante los diplomáticos extranjeros por lo que ven como "intromisiones" de otros países en sus asuntos internos.

Musavi ha pedido que se establezca una "comisión de la verdad" para investigar las "irregularidades" en las elecciones del viernes que él y otros líderes opositores han denunciado, según informó el director de su Comité para la Salvaguarda de los Votos, Alí Akbar Mohtashamipur.

Previamente, Mohtashamipur se había reunido, al igual que los representantes de otros dos ex candidatos opositores, Mehdi Karubi y Mohsen Rezaie, con miembros del Consejo de los Guardianes, al que han transmitido sus quejas por los problemas que han detectado en los comicios.

El Consejo de los Guardianes rechazó anular las elecciones presidenciales, ganadas por el actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, pero accedió al recuento de una parte de los votos. Tanto Musavi como Karubi habían solicitado la anulación, mientras que Rezaie pedía el recuento en algunos colegios electorales.

Pero Mohtashamipur dijo en una rueda de prensa que "el pueblo no confía en el Consejo de los Guardianes" -al que Musavi achaca una "falta de imparcialidad"- y, por lo tanto, no puede supervisar" las quejas presentadas por los ex aspirantes a la Presidencia. "Por este motivo, hemos pedido el establecimiento de una comisión de la verdad integrada por aquellos en los que confía la gente y hemos enumerado quince cuestiones que debería investigar", añadió el director del Comité para la Salvaguarda de los Votos, que afirmó confiar en que, si se forma, la comisión de la verdad seguramente opte por anular los resultados.

Por su parte, el ex candidato presidencial Mohsen Rezaie ha conseguido reunir pruebas de que en los comicios obtuvo más de 900.000 votos, es decir, más de 218.000 de los que le ha atribuido el Ministerio del Interior, según "fuentes informadas". Asimismo, Rezaie ha escrito una carta al ministro del Interior, Sadeq Mahsuli, en la que se queja de que, pese a las "frecuentes peticiones" de sus representantes y de la misiva que ha enviado al propio Ahmadineyad, cinco días después de la votación aún "no se han publicado los resultados (electorales) detallados", lo cual, a su juicio, "despierta dudas sobre la posibilidad de una manipulación". Rezaie dijo incluso que si los resultados detallados no se publican antes de mañana, hará "otra petición en lugar de sólo el recuento de los votos", sugiriendo así que podría pedir, al igual que Musavi y Karubi, que se repita la votación. 

Mientras, decenas de miles de partidarios de Musavi se manifestaron de nuevo en el centro de Teherán para mostrar su rechazo a los resultados oficiales de las elecciones, según testigos. Vestidos de negro y con la cabeza o las manos decoradas con cintas o pulseras verdes -los colores de la campaña electoral de Musavi-, se congregaron en la plaza de Haft e Tir y en las calles cercanas. La mayoría estaban en silencio y hacían el signo de la victoria. Al parecer, los simpatizantes del ex candidato reformista se extendían a lo largo de varios kilómetros en una de las calles que conducen a la plaza. Sin embargo, el ministro del Interior, Sadeq Mahsuli, ha afirmado, según la Agencia de Noticias Fars, que "no se ha permitido ninguna concentración o marcha en la plaza de Haft e Ti" este miércoles.

Musavi había pedido a sus partidarios que se concentrasen pacíficamente o acudiesen a las mezquitas para expresar su solidaridad con las personas que han sufrido "martirio" en los disturbios posteriores a las elecciones. Según el Ministerio de Inteligencia, los fallecidos durante los enfrentamientos ascienden a ocho, aunque la organización Amnistía Internacional habla de quince muertos y cientos de personas heridas o detenidas por las fuerzas de seguridad.

Las autoridades siguieron realizando arrestos en relación con las protestas, como el de un activista reformista y el director de un periódico crítico con el Gobierno, y el fiscal general de la provincia de Isfahán (centro de Irán), Mohamed Reza Habibi, advirtió de que para los "pocos elementos controlados desde el extranjero que intentan corromper la seguridad interna incitando" a los disturbios "el código penal islámico establece la ejecución".

El Ministerio de Inteligencia ya ha "identificado y arrestado a varios de los elementos y agentes principales que están tras los actos de vandalismo de los últimos días en Teherán", dijo el titular del departamento, Gholam Hosein Mohseni Ejei, que se refirió a los detenidos como miembros de "algunos grupos que se introducen en manifestaciones e intentan causar disturbios y caos".

Por otro lado, el Ministerio del Interior iraní ha ordenado que se lleve a cabo una investigación sobre el ataque efectuado el pasado domingo contra una residencia de estudiantes de la Universidad de Teherán que, según los estudiantes, se saldó con cuatro alumnos muertos y fue perpetrado por la milicia islámica Basij y policías vestidos de paisano. T

El Gobierno iraní se centró en un segundo frente, aparte del que tiene en el propio país: las presiones que recibe desde el exterior para que investigue el presunto fraude electoral y permita la libertad de expresión y de reunión de la población. Así, el Ministerio de Exteriores convocó al embajador suizo, que representa los intereses de Estados Unidos en Teherán, para protestar por las declaraciones "intervencionistas" hechas por Washington sobre las elecciones, y también a un alto diplomático canadiense. Ayer fueron convocados los embajadores de Alemania, Italia, Países Bajos, Francia y Reino Unido y el encargado de Negocios de República Checa (este último, en representación de la Unión Europea).

Entretanto, Teherán acusó a los corresponsales extranjeros acreditados en el país de ejercer de "portavoces" de los manifestantes que piden la anulación de las elecciones, y la Guardia Revolucionaria advirtió de que emprenderá acciones legales contra las páginas web que inciten a participar en las protestas.

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