Cámara subjetiva

Lorca, el flamenco y Juan Pinilla

Apareció Juan Pinilla con el guitarrista Antonio de la Luz (no podía tener un nombre más prometedor)

Ayerr fue 18 de julio. ¿Cómo no recordar en este triste aniversario aquella tragedia que se llevó al gran Lorca por delante? Siempre los granadinos tenemos su nombre en la boca. Hoy también me viene, al hilo de otra historia.

El pasado 14 de julio disfruté una hermosísima noche de flamenco con Juan Pinilla y de algún modo Lorca también como protagonistas. Fue en Las Gabias. Su Ayuntamiento organiza para las noches de los viernes veraniegos las llamadas Veladas del Torreón. En un agradable patio, bajo el Torreón árabe que lo preside, donde (¡santo cielo!) corría incluso algo de fresco, nos sentamos a esperar la aparición del artista. De Pinilla uno siempre espera lo mejor, sabe que se va a entregar, que va a darlo todo. Pero, inevitablemente, ante un flamenco se crea un clima de incertidumbre. ¿Será una noche mágica? ¿Habrá duende?

¿Quién no ha leído la famosa conferencia Juego y teoría del duende de Lorca? ¿Quién no sabe que ni el flamenco, ni la poesía serían grandes sin 'el duende', como tan minuciosa y esclarecidamente nos lo contaba él (de mil maneras) con ejemplos y recuerdos gloriosos?

Apareció Juan Pinilla con el guitarrista Antonio de la Luz (no podía tener un nombre más prometedor). Porque sí. Creo que fue una noche con luz, con luz negra. Oscuros y hondos sonidos, de la voz y la guitarra, de los que arrancan pasión.

Pinilla hizo una cosa muy buena para un público plural, de entendidos y neófitos: nos situó en el mítico Primer Concurso de Cante Jondo, el que se convocó aquí en Granada, en el Corpus de 1922, por iniciativa de don Manuel de Falla, Federico García Lorca, Fernando de los Ríos, Turina, Andrés Segovia y un largo, etc. que lograron concitar el apoyo de los artistas más importantes del momento. Todos los ilustres del mundo de la cultura apoyaron la celebración de aquel Concurso que atrajo a las grandes figuras flamencas: ¡quién hubiera podido ver a la Niña de los Peines como nos la cuenta Lorca en su conferencia! O a un casi niño Manolo El Caracol.

Pinilla empezó a desgranar los cantes y los tonos de aquellos flamencos míticos como Don Antonio Chacón, Manuel Torre, José Cepero, Frasquito Yerbagüena… y a partir de ahí hizo un recorrido por los diversos palos flamencos, salpicados con curiosas anécdotas que nos fueron llenando el aire de emoción, de duende, de misterio…

Así es el verano. Tras un sofocante día, el fresco regalo de una noche inolvidable.

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