La columna

Juan Cañavate

jncvt2008@gmail.com

Transbordo 'gratuito'

El Ayuntamiento de Granada confiesa, una vez más, su incapacidad para solucionar el problema de la movilidad

Según se desprende del reciente trabajo de Lourdes Mingorance y Gonzalo Cappa publicado en este periódico el pasado miércoles y tras apostar, más o menos, por la lúcida medida de volver a la casilla de salida del problema, el Ayuntamiento de Granada confiesa, una vez más, su incapacidad para solucionar el problema de la movilidad en la ciudad, justificando su fracaso en la tradicional excusa de que no hay dinero. "Si el área de movilidad tuviera más dinero, sin duda lo habríamos hecho de otra manera", han dicho desde el Ayuntamiento.

Para marear un poco más la perdiz, se han sacado de la chistera la reivindicación nostálgica del viejo tranvía de nuestra memoria como se saca el PP la tradicional fullería sobre la Alhambra y el agravio de los sevillanos, cada vez que hay elecciones y como si la solución del tráfico fuese una vieja foto en tonos sepias.

Sin embargo, en el argumento presupuestario hay un gazapo que se le escapa al Ayuntamiento y es que la Junta, además de haber pagado el metro euro a euro, también ha aportado una considerable cantidad destinada precisamente a reordenar el transporte urbano una vez terminada la magna obra. Y se le escapa también contar que ni un sólo euro de esa partida destinada a reordenar el transporte será gastada en ese necesario fin, sino que, por el contrario, esa partida irá a pagar el transbordo "gratuito" que, visto así, ni es gratuito ni es el fruto de la eficaz y contundente negociación del Ayuntamiento con la Junta y que tal trasbordo gratuito viene a ser pan para hoy y hambre para mañana.

¿Alguien ha pensado qué ocurrirá cuando se acabe el dinero que pone la Junta?

Seguro que sí, pero eso ya será después de las próximas elecciones y pensar más allá de ellas es, para este Ayuntamiento, un complejo y sofisticado ejercicio de alta política.

También olvida el Ayuntamiento, en sus argumentos, su desprecio a las políticas de la Junta de apoyo a la bicicleta, para satisfacción de comerciantes y hosteleros que no verán peligrar el negocio que tienen montado en las aceras con carriles bici como ocurre, por ejemplo, en Sevilla, donde, por cierto, está previsto que en el año 2020, el 15% de los desplazamientos se realicen en bici. ¿Se imaginan un 15% menos de coches en Granada? ¿se imaginan el impacto que ese 15% menos podría tener en una de las ciudades más contaminadas de España.

Pero claro, eso también sería después de las próximas elecciones municipales.

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