Fue el actual presidente provincial del PP quien definió a Luis Salvador como el Caballo de Troya socialista para fulminar la coalición PP-Cs en la plaza del Carmen. Se refería a esa jugada ladina del exalcalde para, desde dentro, en un plan coordinado con quienes hacían de simuladas naves aqueas prometiendo no salir "ni al tranco de la puerta" con el repudiado Luis, dinamitar la buena concordia entre avenidos grupos de interés. Un micrófono inoportunamente abierto delató cuán conchabados se adivinaban.

Tras ver las consecuencias de lo ocurrido en el ayuntamiento, otro metafórico jinete del mítico percherón de madera griego pudiera ser Sebastián Pérez y su amenaza explícita de facilitar una moción de censura para que Cuenca relevase a Salvador antes del verano. Maniobra impropia de quien fue tantos años presidente del PP, candidato del PP, teniente alcalde del PP, presidente de la Diputación por el PP, senador por el PP y concejal del PP desde que Díaz Berbel era cabo furriel en la Plaza del Carmen.

Viene bien recordar cuando CxLoja exigió al PP que presidía Sebastián Pérez que el pacto municipal de 2011 sólo se haría sustituyendo a Leo Ruiz, cabeza de lista popular. Sebastián no tuvo ninguna duda en exigir a la candidata que diera un paso al lado para facilitar el acuerdo con el número 2, y evitar así que el PSOE repitiera mandato. Aquel sacrificio es el ejemplo que Pérez, tan hombre de partido, no fue capaz de imitar en 2019 cuando lo vetó Vox como alcaldable para Granada. Y se coló Salvador.

Como sibilinos son en Cs haciendo un murcianazo inverso en Granada. O sea: no vetar a un imputado, sino votarlo para alcalde. Tras hacerse los agraviados, viendo la oportunidad que les regalaba el hippos heleno colocado en el salón de la Mariana, justo cuando la cosa pintaba ya más para Cuenca que para el otro Paco, Juan Marín creyó que le podía venir bien el salvadorazo para advertir con ello a Juanma Moreno que hay partido fuera de San Telmo, y que no todas las opciones postelectorales de Cs tienen a un Bonilla por montera.

Que Espadas y Gómez de Celis asistieran al pleno granadino, departiendo en fluida conversación con el hijo pródigo Salvador, fue aprovechado por Marín para sugerir la amenaza a Moreno. Señalaban la disponibilidad pactista de Cs con el PSOE advirtiendo a la opa hostil del PP-A de la posibilidad de anticipar una moción de censura al adelanto electoral del presidente. No hay puntada sin hilo. Advertidos estamos.