La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

JuanMa Moreno

Su mérito ha sido lograr que el sectario ruido de las interesadas balas enemigas no calle el buen tino de su gestión

Llegó al gobierno andaluz sin arrasar pero con apoyos suficientes como para no dejar pasar la oportunidad de poner al socialismo en el banquillo de la oposición. Allí podrían repensar su gestión de Eres, Faffes, cocaínas, puticlubs y demás conchabeos Psoe-Gobierno-amiguetes. Tras casi cuarenta años de ejercicio del poder autonómico, les vendría bien un tiempo de zarandeo y refrescamiento. Un purgatorio a medida, una especie de contrición seglar, dicho sea para los no creyentes.

Nadie daba un euro por JuanMa, pero la alineación de los planetas hizo que cayera del cielo la llave de San Telmo, y abrir de par en par la puerta de la transparencia, el oreo necesario que la democracia precisa para gobiernos que se atrincheran en el poder demasiados años seguidos. Hizo posible lo que no lo fue ni con Teófila ni con Javier, a pesar de que la exalcaldesa y el exministro casi doblaron en diputados a Moreno Bonilla. Y puso la pica del PP en el antiguo Hospital de la Sangre, el de las Cinco Llagas de Nuestro Redentor.

Han sido casi cuatro años de conducción poco temeraria del vehículo gubernamental, más bien serena y tranquila. Las locuras son ajenas al modo JuanMa. Quizá ese estilo, nada estridente ni vengativo, nunca retador ni chantajista, sea el culpable, en gran parte, del vaticinio que las encuestas traen hoy hacia su candidatura. El mérito de JuanMa ha sido lograr, a pesar del histórico reto, que el sectario ruido de las interesadas balas enemigas no calle el buen tino de su gestión. Que la pandemia haya confirmado que la serenidad, tratarnos como adultos y ejercer su responsabilidad con la coherencia mínima debida, hayan sido un mínimo factor exigible a él y a su gobierno.

El respeto de JuanMa se lo ha ganado desde la buena política. Dicho sea para quienes aún siguen insistiendo en vituperar y despreciar la noble función representativa de la política. Da confianza ver cómo, dirigir y organizar la vida de los andaluces está en manos de una persona centrada en su función, sabiendo que gobernar no está prescrito sólo para los afines y afiliados, sino para el conjunto multicolor de la sociedad a la que sirve.

Y si, encima, logra revertir, como se ha hecho, las cifras del paro, las de crecimiento del PIB andaluz y deja una Andalucía en franca situación de liderazgo estatal, JuanMa Moreno nos está demostrando que es un gobernante en el que se puede confiar sin mucho lugar a la duda. El 19 de junio los andaluces tendremos la palabra.

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