Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

Desembarco paracaidista

Los dirigentes socialistas de Granada han decidido callar y aceptar sin rechistar las imposiciones de Ferraz

Después del espectacular desfile en Granada del día de las Fuerzas Armadas, en el que una paracaidista aterrizaba flamantemente con la bandera de España, de un magnífico momento para nuestra tierra, hemos pasado sin contrariedades al más puro paracaidismo político, en el que la brigada política del PSOE ha decidido encasquetar en sus listas por Granada al Congreso a Carmen Calvo, y, encima como número uno.

Como si ya no tuviéramos bastante con los espectáculos de C’Olona y con el nefasto recuerdo del binomio ominoso impuesto por el trío Salvador-Hervías-García Egea, ahora aterriza en paracaídas la cordobesa Calvo, la misma del dedazo que adjudicó a Córdoba el centro logístico del ejército que Jaén esperaba como agua de mayo y que le iba a procurar 3.000 empleos directos.

En Jaén, la formación Jaén Merece Más despegó a causa de este desprecio y del ninguneo continuado que recibe la provincia. Sin embargo, en Granada, por más desprecios que nos hagan, parece que la sociedad no reacciona y que nuestros políticos se pliegan sin ambages a las decisiones nefastas para nuestra tierra que se toman desde fuera.

Como Granada siempre calla humillada, se convierte en el blanco perfecto de todos los desprecios de los políticos de turno, que mejoran a unos territorios, los que no callan, y perjudicar a los sumisos, los que siempre comulgan con ruedas de molino sin problema alguno. ¿Cobardía, sumisión, miedo a perder el puesto político, desprecio a Granada? Da igual, se trata, sin duda, de una combinación de todos ellos en este desesperado “sálvese quien pueda” que el sanchismo ha puesto en marcha frente a la debacle que le espera y que aquí el PSOE provincial aguanta servilmente.

Rebeliones y dimisiones en bloque en Aragón y Ávila, y la marcha atrás de Sánchez en la capital de los dominios de Page, pone de manifiesto que algunos socialistas sí se han enfrentado a los antojos personales del presidente, pero no es el caso de los dirigentes socialistas de Granada, que han decidido callar y aceptar sin rechistar las imposiciones autoritarias y caprichosas de Ferraz.

El desembarco de ministros y derrotados sanchistas del 28-M ha puesto en marcha la mayor operación paracaidista hasta ahora desplegada. Una auténtica brigada de sanchistas va a desembarcar en las provincias vasallas, entre las que, como siempre, está Granada.

Si queremos que Granada cuente algún día, hay que acabar definitivamente con el vasallaje político que practican sin rubor nuestros representantes, si no, seguiremos liderando la cola de España, de la postergación y de la humillación.

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