Feijóo y su investidura

Feijóo intenta una amalgama de apoyos imposibles que son contradictorios entre sí y no le servirán para nada

El proceso de la investidura de Feijóo nos está mostrando algunos elementos para el análisis que no dejan de ser interesantes y llamativos. La desesperación por alcanzar el poder tras la próxima sesión de investidura, nos muestra a un Feijóo capaz de saltarse algunas líneas rojas.

Por una parte, además de aceptar el apoyo de la extrema derecha, asistimos a la gran novedad de comprobar ahora que para la dirección del PP, hablar y negociar con Junts, es algo que entra dentro de la normalidad a pesar de los millones de veces que han criticado al PSOE por sus conversaciones y eventuales acuerdos con el partido independentista.

Seguramente, el líder del PP en Cataluña (Alejandro Fernández) debe estar enormemente molesto con la dirección nacional de su partido porque estas conversaciones del PP nacional con Junts le dejan en pésimo lugar; hay que señalar que Fernández defendió categóricamente su negativa a realizar estos contactos en una entrevista en la SER el pasado 31 de julio.

Y es que, además, desarrollar estos contactos y negociaciones con Junts en un proceso que probablemente acabe en una investidura fallida, dejaría sumido al PP de Cataluña y al PP a nivel nacional en una enorme contradicción de difícil explicación ante su electorado. Y todo para nada.

Pero es que otro elemento llamativo e injustificable de este proceso de investidura se refiere al intento de Feijóo de tratar de conseguir el apoyo de algunos diputados del PSOE en lo que supone un llamamiento al transfugismo que, además de estar condenado al fracaso, expresa una desesperación por lograr el poder capaz de superar límites asumidos desde hace tiempo.

A mí, este llamamiento a lo que desde el PP denominan el apoyo de “los socialistas buenos” me recuerda a uno de los peores y más lamentables episodios de nuestra democracia con aquel tamayazo que permitió la llegada de Esperanza Aguirre a la presidencia de Madrid tras la compra de dos diputados tránsfugas socialistas (Tamayo y Sáez).

En definitiva, Feijóo intenta una amalgama de apoyos imposibles que son contradictorios entre sí, rompen una lógica interna y muy probablemente no le sirvan para nada. Y es que la desesperación no es una característica que deba acompañar a ningún líder.

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