Esta boca es tuya

Antonio Cambril

cambrilantonio@gmail.com

Justicia para ricos

La Audiencia Provincial debería haber establecido una pieza separada en el presunto delito por la venta de la Casa Ágreda

La Audiencia Provincial corrige por segunda vez al juez José Luis Ruiz Martínez en el proceso abierto en torno a la venta de la Casa Ágreda. Ruiz quiso archivar el asunto hace tiempo y la Audiencia ordenó la reapertura. Ahora el Tribunal ve indicios de blanqueo de capitales por parte de la empresa compradora donde el instructor vio "una mera elucubración". Pero, como el asunto se complicaría dando lugar a una macrocausa que dilataría la solución, los magistrados rechazan ampliar la investigación y proponen que se presente una nueva querella. Sucede que uno de los querellantes es Ramón Arenas, arruinado por las decisiones urbanísticas del anterior equipo de Gobierno que también se están sustanciando en los juzgados. El otro acusador es el grupo municipal de Vamos Granada que, tras la división y ruptura interna, está tieso y no dispone de asignación para seguir pagando al abogado Carlos Castresana. Esto es, que hay muy pocas probabilidades de que la querella se impulse y muchas de que nunca sepamos que ocurrió con el palacete vendido a precio de saldo por la corporación del Partido Popular a cambio de unas reformas que nunca se hicieron. Para colmo, las actividades de la ONG que lo adquirió se desconocen y su presidente fue condenado en Gran Bretaña por tráfico de armas según la acusación. ¡Alucinógeno!

Puesto que el delito, de existir, afecta a las arcas públicas (o sea, a los intereses de todos los granadinos), cabe pensar que la Audiencia debería haber establecido una pieza separada y continuar las averiguaciones por sus propios medios. Lo contrario (plantear que costee un nuevo pleito quien no dispone de medios para hacerlo) puede dar la impresión de que el sistema ha convertido el derecho en una mera mercancía y que Eugenio Brieux atinó cuando dijo que "la Justicia es gratuita, lo que cuesta son los medios para llegar a ella". La noticia coincide en los periódicos con la fotografía en la que se ve al alcalde Francisco Cuenca recibiendo en audiencia a Peludete, el pastor alemán adoptado por la Policía Municipal. Como el protagonismo de Cuenca y su equipo de Gobierno para contribuir a aclarar lo sucedido en la casa Ágreda ha sido mínimo, por no decir nulo, se supone que no hablaron de eso. Igual le explicó el proyecto de capitalidad cultural Granada 2031. ¡Quién sabe! El caso es que Peludete dijo "guau". Y el alcalde dijo "guay".

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios