Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

Poner orden

Nuestro folclore está en peligro y el Ayuntamiento perjudica su preservación imponiendo el estilo sevillano

Ahora que falta menos para el Corpus, el Ayuntamiento de Granada pretende "poner orden" en las casetas de la feria obligándolas a poner sevillanas como música tradicional, al más puro estilo de la feria de abril de Sevilla -de la que nuestra feria es perfecta imitadora-, hasta el punto de abolir a golpe de Ordenanza nuestras tradiciones en beneficio de las machaconas sevillanas.

Quien no sabe bailarlas pareciera ser un auténtico ignorante, máxime cuando proliferan academias de sevillanas en Oriente y Occidente, cuando paradójicamente es una danza con origen en la seguidilla manchega llevada por los repobladores cristianos al valle del Guadalquivir. Si los sevillanos supieran que su baile favorito es oriundo de Albacete lo bailarían con menos orgullo y satisfacción.

Ni la centenaria tradición granadina de la Tarasca y los gigantes y cabezudos, ni el popular baile granadino de la Reja han conseguido evitar que el Corpus Christi se vea ensombrecido por una feria con casetas made in Sevilla en donde sólo se bailan sevillanas.

No me imagino a los catalanes renunciando a sus sardanas, a los aragoneses a sus jotas o a los gallegos a sus muñeiras, siendo nuestra Reja tan meritoria como la que más.

En Granada hay una gran riqueza folclórica que deberíamos conservar con orgullo y promover su reconocimiento como Patrimonio cultural inmaterial, como símbolo de identidad que lleva impresa la huella de nuestras comunidades locales y regional. Nuestros fandangos van desde la Alpujarra a la costa, hay seguidillas en la Puebla de Don Fadrique, Huéscar o Baza y bailes de zambra en el Sacromonte, como la Albolá, la Cachucha, la Mosca o el Robao.

Y en la capital está el popular baile de la Reja, el de Quiero vivir en Graná y cuyo famoso estribillo "Dale que dale, toma que toma" ya casi nadie recuerda y pocos saben que lo inventó Miguel del Castillo y lo armonizaron las granadinas hermanas Franco para la película Forja de almas (1943), dedicada a las escuelas del Ave María de Granada fundadas por el Padre Manjón.

Nuestro riquísimo folclore está en peligro así como el enfoque de nuestra fiesta más representativa, y el Ayuntamiento de Granada perjudica su preservación imponiendo por orden el estilo sevillano en vez de potenciar nuestras propias tradiciones.

Un régimen triunfa cuando es voluntariamente aceptado por quienes a él se someten, conseguirlo en 40 años es fácil si existe un machacón aparato adoctrinador, pero algo está ya cambiando en Granada…

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