El Miércoles Santo es una jornada que se vive con especial intensidad en el barrio de Santa María, ya que desde este punto de Cádiz salen dos cofradías señeras de la Semana Santa gaditana. Una de ellas es la de la Sentencia, que tiene su sede canónica en la iglesia de la Merced. 

Esta zona de Cádiz destaca por su laberinto de calles estrechas, lo que hace que sean muy complicadas las maniobras para los pasos que se adentran por ellas. Esto, ligado a la majestuosidad del misterio de la Sentencia, hace que cada Miércoles Santo se vivan estampas de gran belleza.

Uno de los momentos de la jornada es la llegada, tanto en el camino de ida como en el de regreso, del paso de Jesús de la Sentencia a la plaza de las Canastas, un lugar coqueto en el que cada año se agolpan los vecinos de Santa María para despedir y recibir al Señor. Un espacio en el que los cargadores se lucen mucho más portando al titular de la hermandad.

En este 2024, tras unos días en los que el mal tiempo ha hecho estragos por las diferentes suspensiones de las estaciones de penitencia, no iba a ser menos. Por suerte, Sentencia pudo completar su recorrido sin grandes incidencias, por lo que este momento fue muy esperado por el público cofrade. 

Esto ya se pudo contemplar en el recorrido de ida, cuando el paso dirigido por el capataz Francisco José Gallardo llegó a la plaza de las Canastas desde la estrechísima cuesta de la Merced. Con cada maniobra y su particular forma de andar brotaron los aplausos de un público entregado y con muchas ganas de ver procesiones en las calles, algo que, por desgracia, no se está produciendo a causa de las lluvias. 

Tras el paso del Señor sonó la marcha Cordero de Dios, de Juan Gabriel Amores, interpretada por Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Elevación de Campo de Criptana (Ciudad Real), que se estrenó con nota en la Semana Santa gaditana.

Estos momentos se vivieron en el regreso a la Merced, aunque a última hora tuvo que aligerar el paso por un pequeño chubasco que cayó en el momento en el que Sentencia ingresaba en el barrio de Santa María. Pero, por suerte, el cielo aguantó hasta que el cortejo se recogió al completo en su templo.