La Plaza 2 de Mayo, en la capital onubense, unificará su diseño urbanístico con el Paseo de Santa Fe. El objetivo es aportar uniformidad al conjunto, en un punto de la ciudad donde confluyen edificios emblemáticos como el antiguo cuartel y la parroquia de San Pedro, cuyo muro, en la calle Daoiz, sirve de telón de fondo.

Se levantó toda la solería en la plazoleta, conocida popularmente como la del Piojito, y se colocará una pavimentación similar a la del entorno. Se ha despojado el espacio público de las columnas de estilo clásico que lo han caracterizado desde finales del pasado siglo, así como de las pérgolas, que respondían a un diseño del arquitecto José Hernández.

Los únicos elementos que se mantienen en la Plaza 2 de Mayo son las palmeras. De las seis que había inicialmente actualmente sólo se conservan tres en el tramo más cercano a la calle Velarde. Se repondrán los ejemplares que faltan para completar la doble hilera de arbolado a lo largo de la plaza pública, en paralelo a la construcción anexa del edificio del antiguo cuartel, que está siendo objeto de una rehabilitación, actuación que está muy avanzada. El anexo, en la parte posterior de la edificación, es de nueva creación. Éste albergará el ascensor y maquinaria necesaria para la operatividad del nuevo uso del emblemático edificio.

Se opta por un diseño minimalista en este espacio público, con poco mobiliario, concretamente se apuesta por un solo banco corrido con anchura suficiente para poder sentarse por ambos lados. Aparte, de las farolas.

La rehabilitación del antiguo cuartel del Paseo de Santa Fe y su entorno finalizará el próximo 31 de enero. Así lo indicaron desde el Ayuntamiento de Huelva. La actuación incluye tanto la remodelación de la Plaza 2 de Mayo así como la restauración del muro de la iglesia de San Pedro. La actuación supondrá una inversión de 3.326.793, 26 euros (subvencionados al 60% en el marco del Programa 1’5% Cultural del Ministerio de Fomento).

Las obras comenzaron en el verano de 2022 en el interior del antiguo cuartel de Santa Fe con los trabajos de demolición de las construcciones añadidas realizadas a lo largo de los años para los distintos usos queha tenido el edificio, que fue proyectado en 1899 como mercado por el arquitecto municipal Manuel Pérez y González, finalizando su construcción el arquitecto Francisco Monís y Morales en 1905. La actuación en el interior del inmueble se acometió una vez que concluyeron los trabajos arqueológicos en la parte posterior del edificio. Las catas finalizaron sin hallazgos.

Después de esta primera intervención, se llevó a cabo una labor de consolidación a nivel de cimentación de los doce pilares que sustentan la cubierta. Se realizaron algunos cambios en el proyecto de consolidación estructural, se optó por un refuerzo en el recalce de las zapatas. Posteriormente, en el interior del edificio se rectificó el tratamiento de los revestimientos para recuperar el acabado original y aumentar la capacidad impermeable al agua. 

En cuanto a las fachadas, éstas se recuperaron mediante un tratamiento artesanal, consistente en la limpieza del ladrillo visto, su reposición allí donde es necesario con piezas expresamente fabricadas para conseguir la plantilla del ladrillo original y su color.