"Vamos a disfrutar con el Patrón por las calles de Huelva, hacerlo como sabéis". Con estas palabras se dirigió el capataz del paso de San Sebastián, Manuel Gómez, a los costaleros, en la primera levanta en el interior de la Iglesia de San Sebastián. Bajo una nube de incienso, el paso fue avanzando lentamente por la nave central del templo.

 A las once y media de la mañana, bajo un repique de campanas, el paso salió de la iglesia. En el entorno de la parroquia numerosas personas se habían congregado para ver salir al santo en una mañana soleada con un cielo totalmente despejado. Un año más Huelva cumplió con la tradición y acompañó a la imagen de San Sebastián en su recorrido por las calles de la ciudad.

Tras sonar el Himno de España, interpretado por la Banda del Nazareno, bajo la dirección musical de Rafael Orta, el paso, exornado con flores de color rojo, comenzó su caminar por el porche de la iglesia al son de la marcha Cristo del Amor, para a continuación bajar con solemnidad la rampa del lateral del templo al ritmo de Réquiem, tocado por la agrupación musical, con la que se cerraba el cortejo. Intensos rayos del sol iluminaron la imagen de San Sebastián tras abandonar el templo. En el cortejo iba una representación de las distintas hermandades de gloria y penitencia de la ciudad, así como miembros de la corporación municipal, presididos por la alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda.

Lucía la imagen del santo la Medalla de Huelva prendida en la banda que le cruza el pecho. Una suave brisa movió acompasadamente a lo largo del recorrido las plumas del casco de soldado romano colocado a los pies de San Sebastián así como las hojas del naranjo que hay a su espalda. En el itinerario de la procesión, puestos de palmitos, el típico fruto de las fiestas.

En la calle Cantero Cuadrado, el obispo de la Diócesis de Huelva, Santiago Gómez, que iba en el cortejo, se acercó hasta el paso para realizar una levantá. Agradeció a los costaleros "que pongan su esfuerzo y su cabeza para levantar a San Sebastián y mostrarlo a los devotos y a la ciudad". También aprovechó el obispo de Huelva para pedir al santo que "sea un puente y una ayuda para que se acerquen a Dios en su necesidad".

En la rotonda de los Litris, la Banda Sinfónica Municipal de Huelva, dirigida por Francisco de la Poza, le dedico al Patrón varios pasodobles, Miguelito Litri y Mi Huelva tiene una Ría, considerado este último por muchos onubenses como el himno oficioso de Huelva, que fue coreado por los allí presentes cuando el paso se dirigió a la calle Jesús de la Pasión. La Punta El Sebo se tocó cuando el paso regresaba al templo.

En la rotonda de Los Litri, la Asociación de Vecinos de San Pedro y San Sebastián le hizo al Patrón una ofrenda de romero, laurel y clavel rojo. El presidente de la asociación, Eduardo Sugrañes, hizo una levantá del paso y se la dedicó al recientemente fallecido Camilo Gómez, vecino del barrio "y defensor y promotor de sus fiestas patronales".

Debido a las obras de peatonalización de la calle La Fuente hubo que realizar un pequeño cambio en el itinerario de la procesión, de manera que la comitiva se dirigió desde la calle Jesús de la Pasión al callejón que da a la Plaza de las Angustias, para proseguir por las calles San Andrés y Alonso Barba hasta la Plaza de San Pedro. En las escaleras del porche de la iglesia de San Pedro, el Coro de Palilleras de Feli de Huelva tocó a San Sebastián Mi Huelva tiene una Ría, una iniciativa promovida también por la Asociación de Vecinos de San Pedro y San Sebastián. Se oyeron tras la actuación Vivas al santo y a Huelva.

En la intersección de la calle Alonso Barba con la Plaza de San Pedro se echó una gran petalá a la imagen de San Sebastián. A lo largo del itinerario, numerosas personas aguardaban al paso del santo, en un ambiente festivo. A las dos y veintiséis de la tarde, el Patrón de Huelva se recogió en la iglesia de San Sebastián, después de tres horas de recorrido por las calles de la ciudad.