Agua a raudales

Los temporales han paliado en mucho las carencias de agua que amenazaban nuestro consumo

Estas últimas semanas hemos asistido a temporales que han traído agua y nieve en cantidades muy superiores a las habituales. Estos temporales han venido a paliar un largo periodo de escasez de lluvias que habían puesto en peligro la disponibilidad de agua para el consumo humano y la actividad agrícola en muchos territorios de España.

En Granada, en una situación cuyas causas convendrá analizar, hemos asistido a inundaciones muy perjudiciales para la economía de localidades como Huétor Tajar o Villanueva Mesía, por desbordamiento del Genil.

La gestión del agua tanto en los embalses como en otros aspectos ligados al almacenamiento y al consumo es una de las funciones públicas de mayor interés social. Los organismos públicos reguladores tienen una enorme responsabilidad para asegurar con sus decisiones el bienestar social y el adecuado funcionamiento de actividades tan relevantes como las derivadas de la agricultura. Por esos motivos me produce curiosidad conocer la naturaleza de las decisiones adoptadas (o las que hubieran dejado de adoptarse), en este desbordamiento del Genil si es que ha estado relacionado con una inadecuada gestión en el desembalse del pantano Cubillas. En ese caso, se derivarán responsabilidades económicas y políticas.

Cara al inmediato futuro, es imprescindible extremar las previsiones en los procesos de gestión de nuestros embalses ya que además de la situación actual de los mismos, el deshielo de las enormes reservas de nieve en Sierra Nevada aportarán muchos hectómetros cúbicos de agua a nuestras reservas.

Tenemos experiencia en los dispositivos técnicos y humanos para gestionar las decisiones con acierto y desde ese punto de vista tengo confianza plena en la capacidad potencial para adoptar las medidas más adecuadas. Pero no está de más llamar la atención sobre la necesidad de considerar la situación actual como extraordinaria por diferente a los años precedentes.

Afortunadamente los últimos temporales han paliado en mucho las carencias de agua que amenazaban el futuro de nuestro consumo. Si aseguramos una buena gestión de las decisiones podremos comprobar la importante contribución de los órganos técnicos y de los profesionales que trabajan en los mismos para nuestro bienestar y a quienes debemos agradecer su trabajo.

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