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Ferreirola, el pueblo de la Alpujarra con más gatos que habitantes: "Hacemos todo lo posible por mantener la colonia con salud"

Imagen de una camada de gatos callejeros de Ferreirola comiendo en una zona ajardinada

Imagen de una camada de gatos callejeros de Ferreirola comiendo en una zona ajardinada / G. H.

Ferreirola es uno de esos lugares con encanto tan representativos de la Alpujarra de Granada. Un pequeño pueblo blanco, de calles estrechas y abrazado por la ladera de Sierra Nevada. Perteneciente al municipio de La Taha, censados hay poco más de 100 personas, pero los habitantes durante todo el año no superan los 30. Una población que es inferior a la de los gatos callejeros que allí viven, más de 60.

Ante esta situación, un grupo de vecinos y amantes de los animales se organizan todos los días para cuidar de ellos y que no les falte de nada. Comida, agua, cuidados o veterinario si caen enfermos. Cada uno aporta lo que puede y es gracias a esta colaboración ciudadana como están consiguiendo controlar y cuidar a las diversas camadas.

Esta agrupación busca diferentes maneras para financiar los gastos que suponen los cuidados a estos animales. Venden todo tipo de artículos: desde pendientes, imanes, colgantes, fulares con flores naturales o incluso monederos a cambio de la voluntad para conseguir fondos. Incluso llegan a elaborar dulces caseros que venden los domingos para que los turistas que van a la localidad aporten lo que puedan en la causa. 

Encarni López es una de las que ayuda y se desvive por estos gatos alpujarreños. En el huerto de su finca familiar vive una colonia, de la que ya ha conseguido esterilizar a unos cuantos gatos para evitar que se sigan reproduciendo. "La gente nos ayuda con lo que puede. A veces con dinero, a veces con sacos de comida, y otras somos nosotros de nuestro propio bolsillo los que nos hacemos cargo".

Los felinos se mueven por diferentes zonas del municipio Los felinos se mueven por diferentes zonas del municipio

Los felinos se mueven por diferentes zonas del municipio / G. H.

"Hace unos años vimos una publicación en Facebook en la que decían que los gatos de Ferreirola estaban muy maltratados. Yo, que no me gustan los gatos, llevaba años poniéndoles pienso y mirando por ellos, y leer aquello me dolió. Entonces me di cuenta de que en el pueblo cada persona trataba de cuidarlos por su lado, y a raíz de eso dijimos de organizarnos y controlar la población", relata a este periódico.

Fue una ciudadana japonesa la que comenzó esta iniciativa, en la que se llegaron a contabilizar unos 60 gatos en principio sin esterilizar. Poco a poco se fueron coordinando y el grupo ahora está compuesto por habitantes de múltiples nacionalidades: alemanes, ingleses, españoles y sobre todo suecos, la colonia de residentes de Ferreirola más grande. "Parecemos las Naciones Unidas por salvar a los gatos. Hacemos todo lo posible por mantener la colonia con salud" bromea López.

Ayuda del Consistorio

En sólo dos años han conseguido, con su esfuerzo y los recursos que han conseguido vendiendo sus productos, controlar a la población de la localidad y mantenerla sana y alimentada. Ahora, su siguiente objetivo es intentar que el Ayuntamiento de La Taha se haga cargo de ellos. Y para ello se ayudan de la recién estrenada Ley de Bienestar Animal.

"Al final, vivan en huertos particulares o por las calles, estos gatos no son de nadie, son salvajes. Pretendemos que el Ayuntamiento se haga cargo de una u otra manera, o bien ayudando o bien interviniendo. Sabemos que se han pasado por el pueblo preguntando de quién son los gatos, y al fin y al cabo son grupos callejeros, y esos los debe de controlar el Ayuntamiento", ha alegado.

Algunos de los fulares hechos a mano por los vecinos para recaudar fondos Algunos de los fulares hechos a mano por los vecinos para recaudar fondos

Algunos de los fulares hechos a mano por los vecinos para recaudar fondos / G. H.

López asegura que se han recogido firmas para pedir que sea el Consistorio el que medie en la situación y ayude, aunque se han quedado en papel mojado. Mientras, ellos siguen con sus ventas de productos a familiares, amistades y a gente que visita el pueblo para seguir financiándose.

"Los gatos siempre han estado aquí, y se trata de mantenerlos y cuidarlos. Los gatos son necesarios, mantienen la zona libre de bichos y ratones, y las camadas de los pequeños a veces también sirven de alimento para los zorros, que por la noche se mueven y se los comen. Es el círculo de la naturaleza al fin y al cabo. En nuestra mano estaba dejarlos campar a sus anchas y que nos invadieran, o darles una mejor vida", ha valorado.

Adopción de los gatos

Preguntada por si es posible adoptar a estos felinos, Encarni López asegura que quien quiera puede acogerlos y llevárselos para darles una vida mejor. "Estamos abiertos a que la gente los adopte. Sin ir más lejos, mi hijo ha adoptado a una gatita hace muy poco, y ya tiene su microchip y está perfectamente", ha comentado.

"A mí me daban miedo los gatos, y tengo uno ahora en Granada. Antes jamás me hubiera planteado hacer algo así, y desde que salió la iniciativa les coges mucho cariño. Los valoras mucho, ves su comportamiento, ves lo que te aportan, y estoy encantada. Me dan tranquilidad, y sería incapaz de hacerles daño. No soy la loca de los gatos, solo quiero que estén bien", ha argumentado. 

La agrupación de vecinos de Ferreirola hace lo posible por cuidarlos diariamente La agrupación de vecinos de Ferreirola hace lo posible por cuidarlos diariamente

La agrupación de vecinos de Ferreirola hace lo posible por cuidarlos diariamente / G. H.

Todos los gatos de Ferreirola tienen cuidados diarios. Entre la agrupación se organizan para que todos los días sea un vecino el que les ponga de comer, los vigile y de la alerta si ve a algún gato enfermo o que ha sufrido heridas. "Siempre buscamos la manera de que alguien les eche un vistazo. O nosotros mismos, o se lo pedimos a alguien. Casi todo el pueblo, quien más quien menos, está pendiente de ellos".

Al final, no se trata de darles de comer "sin ton ni son", sino de cuidarlos con cabeza y mantenerlos. "Quienes hicieron la publicación en Facebook denunciando que los gatos estaban mal, llegaron al pueblo y vaciaron un saco de pienso en mitad de la carretera, con el peligro de que pudieran atropellar a los gatos, y se fueron. En Ferreirola los gatos siempre han estado bien, y ahora están mejor aún. Vamos a seguir luchando por darles los mejores cuidados y porque vivan seguros. Con la esperanza de que el Ayuntamiento nos ayude", ha concluido López.

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