Caso Marta del Castillo

13 años sin Marta del Castillo

Miguel Carcaño, en una de las conducciones ante el juez que instruyó la causa. Miguel Carcaño, en una de las conducciones ante el juez que instruyó la causa.

Miguel Carcaño, en una de las conducciones ante el juez que instruyó la causa. / efe

Escrito por

· Jorge Muñoz

Redactor jefe / Tribunales

El 24 de enero de 2009 fue una fecha que quedó definitivamente grabada en el corazón de los sevillanos. Trece años después, cada aniversario del asesinato de Marta del Castillo, su familia mantiene la esperanza de que pueda lograrse la pista definitiva que les permita recuperar el cuerpo. Ya no se trata de buscar Justicia, la Justicia ya hace mucho tiempo que zanjó jurídicamente el caso con la condena de Miguel Carcaño, sino de dar a los padres esa mínima satisfacción que después de todos estos años de sufrimiento reclaman: la de poder llevarle unas flores a los restos de su hija.

En los últimos meses este periódico ha ofrecido una información detallada sobre la última línea de investigación que aún se mantiene abierta en el juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla, en una pieza separada para la búsqueda del cuerpo de Marta. En esta pieza, el juez Álvaro Martín autorizó la realización de un informe pericial sobre el teléfono móvil de Miguel Carcaño y de los otros implicados, con la finalidad de tratar de reconstruir con una precisión máxima de hasta “ocho metros” los movimientos que los investigados realizaron en la noche del 24 de enero de 2009 y en la madrugada del día siguiente.

La pieza clave de ese informe es sin duda un antiguo teléfono de concha, un Motorola U9, de los antiguos de concha, que fue intervenido a Miguel Carcaño a su llegada a la cárcel de Sevilla-II. Fue el propio Miguel Carcaño, quien en una carta remitida a la abogada de la familia de Marta el 2 de agosto de 2020, Inmaculada Torres, ofrecía su colaboración para esclarecer la “verdad de lo ocurrido” y para ello autorizaba incluso la “revisión de su móvil”.

El informe pericial trata de reconstruir los movimientos de Carcaño la noche del asesinato

El perito judicial Manuel Huerta, CEO de la empresa Lazarus –que ha participado en otros casos mediáticos como el del asesinato de Diana Quer– confirmó a este periódico que este móvil “es el teléfono principal sobre el que se está trabajando” en el estudio que se está ultimando y que aún no ha sido remitido al juzgado.

La precisión del análisis que está realizando, para el que también cuenta con los “datos crudos” de los teléfonos de Marta y de los implicados en el caso, oscila en un radio de entre los 8 y los 30 metros, siendo esos ocho metros el “índice máximo de efectividad”, lo que permitiría situar el terminal de Carcaño y de los demás en ese radio. El experto trata de resolver otra de las incógnitas que se produjo la noche de autos en relación a los “apagones” de los teléfonos de los implicados en dos franjas horarias relacionadas directamente con el asesinato y las labores para hacer desaparecer el cuerpo. Esa desconexión de los dispositivos se produjo entre las 21:30 y las 23:30 horas de la noche del 24 de enero, y entre la 01:30 horas y las 04:00 horas de la madrugada siguiente.

La carta incriminando a su hermano

En esa carta en la que autorizaba la revisión de su teléfono móvil, Miguel Carcaño reivindica la veracidad de la séptima versión del crimen, la que mantiene intacta desde el año 2013 y en la que incrimina a su hermano Javier Delgado, al que atribuye la muerte de la joven de varios golpes con la culata de una pistola.

En esos cuatro folios manuscritos que envió el 2 de agosto de 2020 a la abogada de los padres de Marta, Inmaculada Torres, Carcaño insiste en que todo lo que dijo en esa última versión es “verdad” y relata que en sus anteriores declaraciones ha estado encubriendo a su hermano. “Ya terminó hace muchos años el tiempo de mentir para encubrir a mi hermano. Yo sólo puedo relatar lo que realmente sé, del resto solamente mi hermano tiene las respuestas”, asevera Miguel desde la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), donde cumple la condena de 21 años y tres meses de prisión por el asesinato de Marta del Castillo.

Miguel sostiene que las pruebas presentadas en el juzgado por la acusación que ejercen los padres de Marta, en relación a la falsedad de los documentos presentados para lograr que se le concediera una hipoteca sobre el piso de León XIII donde se produjo el asesinato, “vienen a confirmar un poco más la verdad” de su declaración. “Sólo espero el día que se pueda demostrar por completo que todo lo dicho es verdad”, escribe Miguel Carcaño.

Pero lo cierto es que a pesar de sus aparentes buenas intenciones y su disposición a colaborar, ni la Fiscalía de Sevilla ni el juez creen en esta línea de investigación relacionada con la falsedad de los documentos presentados para la obtención de una hipoteca y la posterior discusión entre los hermanos la noche en la que se produjo el crimen.

Por ese motivo, el juez acordó el archivo de esta investigación, aunque la familia de la joven ha presentado un recurso de apelación en el que ha pedido a la Audiencia de Sevilla sólo una cosa: que permita que la Policía siga investigando.

Los padres quieren que el tribunal acuerde la reapertura de la investigación a Javier Delgado, hermano de Miguel Carcaño, y se practiquen una serie de pruebas, entre ellas el análisis del tensiómetro con el que Carcaño supuestamente comprobó que la joven había fallecido, así como que ambos hermanos vuelvan a declarar y haya un careo entre ambos, todo ello con la finalidad de hallar “la verdad material” de lo que ocurrió en el piso de León XIII y que de esta forma se pueda encontrar el cuerpo de Marta y “dar a sus padres, hermanas, abuelos, tíos y el resto de la familia y amigos el descanso y la paz que merecen todas las personas”.

El juicio al Cuco y a su madre por “mentir”

Mientras llega el informe pericial de los teléfonos móviles y la Audiencia decide sobre si se debe seguir investigando o no al hermano de Carcaño, el caso tendrá este año un tercer hito trece años después del asesinato, dado que en el mes de mayo serán juzgados Francisco Javier García Marín, el Cuco, y su madre, Rosalía García Marín, acusados de un delito de falso testimonio por haber mentido supuestamente en el juicio celebrado en el año 2011.

El Cuco, que al igual que su madre se enfrenta a una petición de condena de hasta dos años de cárcel, corroboró en ese juicio la versión de los hechos por la que fue condenado a tres años de internamiento como encubridor del asesinato de Marta.

Javier aseguró en su declaración como testigo ante el tribunal que en la tarde-noche del 24 de enero de 2009 y en la madrugada del día siguiente no estuvo en el piso de León XIII donde se produjo el crimen. Relató que aquella tarde estuvo de botellona con sus amigos pero no había quedado en verse con Marta ni Miguel, y reconoció que llamó a Samuel Benítez desde una cabina, sobre las 21:30 horas, y éste le dijo que estaba en Pino Montano.

Según el joven, se marchó sobre las 23:30 horas “a dormir la mona” a su casa, a la que llegó sobre las doce o doce y media de la noche, tras haberse encontrado con su padre, que iba a tirar la basura en ese momento y le dijo que se fuera para la vivienda.

Carcaño sigue teniendo las claves de lo ocurrido y se le podrá preguntar en el juicio al Cuco

La madre del Cuco declaró en el juicio el 16 de noviembre de 2011 y corroboró en todo momento la versión que había ofrecido su hijo ante el tribunal días antes. Rosalía García Marín, que iba en silla de ruedas por un problema en una pierna, afirmó que aquella noche acudió con su marido sobre las 23:30 o 24:00 horas al bar La Portada y que regresaron a su casa sobre las 01:30 o 02:00 horas, momento en que la madre asegura que el Cuco se hallaba en casa, durmiendo, por lo que entró en la habitación, le dio un beso y se fue a su dormitorio.

Pero en las conversaciones grabadas por el supuesto “infiltrado” en el entorno de la familia del Cuco, se escucha cómo en realidad los padres del Cuco aseguran que aquella noche estuvieron en la sala rociera La Portada hasta las 04:30 o 5:00 horas de la madrugada del 25 de enero, lo que desmonta la coartada que en su momento habían dado a su hijo.

En este juicio, la juez ha aceptado la declaración de Miguel Carcaño, que podría hacerse a través de una videoconferencia desde la cárcel, por lo que se presenta un apasionante interrogatorio por parte de la letrada de la familia en el que a buen seguro que se le preguntará sobre aspectos que pueden resultar interesantes respecto a las últimas investigaciones del caso, porque no debe olvidarse que Miguel sigue teniendo muchas de las claves de lo ocurrido.

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