Inundaciones en Andalucía
Fernando Pérez Ávila
Cientos de familias desalojadas y enseres perdidos es el balance del último mes del año 2010 en algunos municipios de Andalucía Occidental que sufrieron con fuerza los efectos del temporal de lluvia y viento que azotó la región. Las fuertes lluvias hicieron crecer el caudal del Guadalquivir y éste anegó zonas de Córdoba y otros municipios de Sevilla como Lora del Río. En Córdoba, como ya ocurriera en el invierno anterior, el Guadalquivir anegó las urbanizaciones próximas al aeropuerto. La mayoría de estas construcciones están levantadas ilegalmente en terrenos inundables que antes eran de labranza. Ahora las márgenes del Guadalquivir están repletas de casas y chalés que se inundan cada vez que se registran precipitaciones intensas de forma continuada. En 2010, además, las lluvias fueron especialmente intensas y duplicaron la media de los años anteriores, lo que motivó que el Guadalquivir se desbordara dos veces en diez meses. El mismo problema lo padecieron los vecinos de Lora del Río, un municipio que tiene zonas muy próximas al Guadalquivir en su casco urbano. El arroyo El Churre, que desemboca en el Guadalquivir, también se desbordó, provocando que más de un centenar de familias tuvieran que abandonar sus viviendas y pasaran la Navidad fuera de sus casas. Pero quienes más inundaciones tuvieron que soportar en 2010 fueron los habitantes de Écija. Después de que se desbordara el Genil el 6 de diciembre inundando más del 30 por ciento del casco urbano, el arroyo Argamasilla inundó otras zonas de la ciudad hasta en cinco ocasiones más en menos de un mes. Este arroyo discurre soterrado por debajo del municipio astigitano, por el interior de un colector que va a parar al Genil. Este año el Ayuntamiento y la Junta comenzaron a limpiar el arroyo pero se toparon con una capa de grava que obstruía esta tubería. Esto motivó retrasos en las tareas de limpieza, que sí se habían desarrollado a tiempo en el tramo del riachuelo que discurre por el campo. Esto provocó que las primeras lluvias incrementaran el caudal del Argamasilla y éste llegara con mucha más fuerza que antes al colector. Al encontrarse éste obstruido, provocó un efecto embudo que hizo salir el agua por las alcantarillas y los sumideros de los cuartos de baño de las casas. Las continuas inundaciones obligaron al Ayuntamiento a construir tres diques en el cauce del Argamasilla para evitar que volviera a desbordarse. El Consistorio astigitano valoró los daños causados por las seis inundaciones sufridas por el municipio en 23 millones de euros.
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