Andalucía acelera su salto tecnológico con la necesidad de retener talento

Foro-coloquio | ’Adelantarse al fututo:Innovación en clave andaluza’

Grupo Joly organiza, junto a Acciona, un debate para analizar la transferencia de conocimiento e innovación desde la Universidad a la sociedad de la mano de la administración pública y las empresas.

De izquierda a derecha, antes de empezar el coloquio:Alberto Grimaldi, Alicia Troncoso, Carmen Camuñas, Aníbal Ollero y Beltrán Pérez. / Juan Carlos Vázquez
Marta Franco

26 de noviembre 2025 - 05:00

Desde la detección de la madurez del aguacate a la previsión de erosiones en mantenimiento de carreteras, pasando por la generación de contenidos culturales, la entrega de medicamentos a través de drones, la logística con robots o la gestión portuaria e industrial... Andalucía ha experimentado un espectacular avance en la aplicación de tecnologías inteligentes y disruptivas a los procesos productivos en numerosos sectores y la región se consolida como un actor clave en el mapa de la innovación española y europea.

Nuestra comunidad muestra signos claros de crecimiento tanto en inversión en I+D como en la activación de su ecosistema tecnológico-empresarial: se sitúa como la quinta comunidad autónoma española con mayor número de empresas tecnológicas, con especial protagonismo de Málaga y Sevilla gracias a sus parques tecnológicos. Sin embargo, sigue siguen existiendo desafíos porque el tejido productivo andaluz aún muestra una brecha respecto a las regiones más innovadoras de Europa en cuanto a inversión en I+D, tamaño empresarial y velocidad de transformación tecnológica.

Grupo Joly ha querido ahondar en este tema de actualidad organizando, de la mano de Acciona, un desayuno-coloquio en el Hotel NH Collection de Sevilla para dar voz a expertos que arrojen luz sobre la innovación que se está practicando ahora desde las grandes empresas, la universidad o los organismos públicos. El foro, titulado Adelantarse al futuro, innovación en clave andaluza, y moderado por Alberto Grimaldi (subdirector de Diario de Sevilla y coordinador de El Conciso), han participado Carmen Camuñas, directora del Hub de Innovación Digital de Acciona; Beltrán Pérez, presidente de la Corporación Tecnológica Andaluza (CTA); Aníbal Ollero, catedrático de Robótica en la Universidad de Sevilla y director científico del CATEC;y Alicia Troncoso, directora del Data Science & Big Data Research Lab de la Universidad Pablo de Olavide.

El debate se organizó en colaboración con Acciona / Juan Carlos Vazquez

La mesa redonda arrancó con la gran pregunta: ¿qué tecnologías transformarán nuestras vidas en los próximos años?. “La gran disrupción vendrá de la combinación entre cuatro tecnologías: IA, robótica, sensores y las personas”, señaló Carmen Camuñas. La directiva de Acciona apuntó a que los avances más visibles nacerán de integrar los sistemas inteligentes en servicios cotidianos para el ciudadano, “desde camiones de basuras inteligentes capaces de detectar desbordamiento de los residuos en los contenedores, hasta modelos predictivos en los parques para alertar de riesgos meteorológicos, como fuertes rachas de viento”, puso como ejemplos.

Para Beltrán Pérez (CTA) cada vez es más difícil hablar de tecnología disruptiva “porque cada día aparece una nueva. Hay todo un elenco de tecnologías que van a dar sus frutos en los próximos años. A la IA se suma la computación cuántica, que multiplicará exponencialmente la capacidad de cálculo, pero también redes eléctricas inteligentes, vehículos eléctricos más seguros, la fusión nuclear —con proyectos impulsados desde universidades andaluzas— y materiales biológicos que sustituirán a los combustibles fósiles”.

Para Alicia Troncoso (UPO) el gran cambio será la personalización: “Vamos hacia la era de los servicios completamente personalizados: educación, salud, administración… La IA no es nueva; yo llevo 25 años trabajando en ella. Pero su aplicación en el día a día está llegando ahora”. La profesora explicó cómo las tareas repetitivas en ciertos trabajos desaparecerán gracias a la automatización, mientras las personas se centrarán “en lo que las máquinas no pueden hacer mejor”.

Por su parte, y también desde la perspectiva académica, el catedrático Aníbal Ollero (US) introdujo la dimensión robótica, donde Andalucía está despuntando gracias a centros como CATEC y grupos de investigación como el que dirige en la US, el GRVC: “Somos líderes mundiales en robótica aérea. Treinta años de investigación nos colocan en una posición privilegiada. La seguridad y eficiencia que aporta la robótica transformarán sectores como el transporte urbano, la agricultura, la seguridad...”. Ollero destacó, asimismo, la creación del nuevo Centro de Movilidad Aérea Urbana en Sevilla, llamado a convertirse en referencia europea.

El impacto en la economía de estas tecnologías fue otro de los ejes centrales del debate. Pérez recordó que el último premio Nobel de Economía reconoce precisamente el concepto de “destrucción creativa”: “Está demostrado que las empresas que aplican IA aumentan hasta un 30% su rentabilidad. La cuestión es cómo reducir la brecha que se generará y cómo preparar a los trabajadores para esa transición”. En este sentido, Camuñas alertó sobre un reto crítico que ya está en las empresas: la convivencia entre nativos digitales recién egresados y trabajadores veteranos: “La IA automatizará tareas, pero el conocimiento experto y la experiencia no pueden perderse cuando las generaciones mayores se jubilen”, enfatizó. “Por eso, las empresas tenemos que transformar esos perfiles antiguos a través de la formación”.

Por su parte, Troncoso señaló que el uso de estas tecnologías debería enfocarse “hacia un aumento de la productividad y de la competitividad de las empresas andaluzas, para poder convivir en mundo globalizado”. Otro impacto a tener en cuenta para la investigadora “es emplear estas tecnologías para reducir costes, poder contar con servicios públicos automatizados para eliminación de burocracia y agilización de procesos”.

Ollero abogó por la “presencia necesaria” de las empresas en los consorcios de proyectos tecnológicos, para que las tecnologías punteras tengan un verdadero impacto. En CATEC buscamos siempre la participación de las empresas andaluzas a la hora de desarrollar innovaciones. Por ejemplo, ahora lideramos en Andalucía un proyecto europeo para eliminar la basura espacial”, recordó el catedrático.

Cuellos de botella para una transferencia real

En este escenario, los cuatro expertos enfatizaron, por tanto, la necesidad de crear programas de transferencia tecnológica más efectivos, de reducir la burocracia administrativa, de una mejor colaboración entre universidad, empresa y administración y la retención de talento local, para que la región no solo genere innovación, sino que la convierta en ventaja competitiva y sostenible.

A la jornada asistió un nutrido número de estudiantes de los Grados de Económicas y de Ingeniería Robótica. / Juan Carlos Vázquez

Beltrán Pérez fue claro y apuntó al requisito de contar una mayor inversión: “Un 25% de empresas españolas ya han incorporado la IA en sus procesos productivos; en Andalucía, son un 16,5%. Y en veinte años hemos canalizado más de 105 millones de euros desde la universidad hacia las empresas. Pero aun así no es suficiente. Hay miles de patentes esperando inversión. Aquí tenemos un gran nivel académico para ponernos a la altura de otras regiones y tenemos que aprovecharlo”, dijo.

Troncoso subrayó el desfase entre la velocidad tecnológica en la sociedad y la lentitud universitaria en incluir nueva formación: “modificar un plan de estudios puede tardar dos años. Es demasiado. Este curso será el primero con alumnos egresados en IA en la Universidad de Sevilla, mientras que en Cataluña o País Vasco ya se estudiaban antes estas materias. Ya vamos tarde”, se lamentó.

Mientras, Ollero apuntó a un problema estructural: “España invierte un 1,4% del PIB en I+D; pero Andalucía poco más del 1,2%. Básicamente, es que el dinero no llega”. Y denunció la falta de incentivos dentro de la universidad:“muchos profesores de universidad prefieren dedicarse a otras tareas porque los mecanismos de son pobres”. “En casi todos nuestros proyectos buscamos universidades. Y creamos becas para atraer el talento. La colaboración es imprescindible”, sentenció.

IA y robótica:del laboratorio a la calle

Los ponentes expusieron ejemplos concretos de aplicaciones reales, lejos del ‘ruido’ mediático’: basura urbana monitorizada por IA en camiones que detectan contenedores llenos; parques inteligentes que alertan de riesgos por viento o caída de ramas; modelos para detectar plagas en el olivar; inspección de pistas de aterrizaje con drones -sustituyendo inspecciones manuales-;tecnologías inmersivas mucho más rápidas, pasando de semanas a horas para crear avatares realistas; proyectos europeos con participación andaluza para eliminar la basura espacial...

Aunque también hubo advertencias, y Ollero fue contundente: “Los robots son más tontos de lo que creemos. Necesitan mucha más información que una persona. Hay que validar todo con modelos físicos. Usar tecnología a ciegas es peligroso”. Troncoso lo ilustró con un ejemplo familiar: “Cuando mi hijo era bebé aprendió a distinguir coche, moto y camión en un día. A un modelo de ‘deep learning’ hay que darle millones de imágenes para que lo haga”. Camuñas llamó a evitar la moda por la moda: “A veces obsesiona que un proyecto lleve IA, aunque no tenga sentido. Quizás falte sentido común”, puntualizó.

Varios sectores emergieron como estratégicos en los próximos años para el desarrollo de la I+D+i: agroindustria, aeronáutica y espacio, turismo sostenible, industria, logística y energía. El foro, en definitiva, dejó una sensación compartida: Andalucía tiene músculo científico, potencial empresarial y proyectos punteros. Pero falta la última pieza: transformar conocimiento en economía real sin que el talento se marche y sin que la burocracia y sus plazos frenen el impulso.

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