Caso ere

El chófer de Guerrero iba a comprar droga en el coche oficial

  • El hombre que suministraba cocaína al ex director general de Trabajo de la Junta declaró que Trujillo recogía la droga en las Tres Mil Viviendas y se la encargaba en el hotel Alfonso XIII.

El hombre que suministraba cocaína al ex director general de Trabajo de la Junta Francisco Javier Guerrero, encarcelado por los ERE falsos, declaró que el chófer del alto cargo recogía la droga con su coche oficial en la barriada de las Tres Mil Viviendas y se la encargaba en el lujoso hotel Alfonso XIII. En el acta de su declaración, el acusado Gregorio M.P., de 38 años, declaró que conocía a Guerrero desde niño y que sus padres recibieron ayudas oficiales del alto cargo para el hotel rural que regentaban en la Sierra Norte de Sevilla, razón por lo cual se lo agradecieron con un viaje a Menorca junto con su esposa.

Gregorio explicó a la Guardia Civil que en aquella época él mismo era consumidor de cocaína, por lo que en tres o cuatro ocasiones también entregó dicha droga a Juan Francisco Trujillo, chófer de Guerrero, previo pago. La primera vez que Trujillo le hizo el encargo, le dio 500 euros y esperó a Gregorio en los aledaños de la barriada de las Tres Mil Viviendas con el coche oficial del alto cargo, aseguró en su declaración. La segunda entrega consistió en 20 gramos de cocaína a cambio de 1.400 euros y tres o cuatro semanas después le hizo entrega de otros diez gramos, por valor de 700 euros, que Trujillo le encargó en el lujoso hotel Alfonso XIII de Sevilla.

El propio Trujillo está imputado en la causa de los ERE por haber recibido tres subvenciones de 450.000 euros para otras tantas empresas ficticias y por una ayuda de 122.649 euros que recibió su madre, y en su comparecencia en 2012 declaró a la juez Mercedes Alaya que llegó a gastarse 25.000 euros al mes procedentes de las ayudas en cocaína para sí mismo y su jefe.

Además, la Guardia Civil interrogó a Gregorio sobre una ayuda de 900.759 euros que la Junta concedió en el 2004 al hotel La Posada del Moro, propiedad de sus padres, y el acusado declaró que desconoce el trámite que se siguió para su concesión, pero "en una ocasión Javier Guerrero le llamó para que se pasase por su despacho, pues tenía un regalo para sus padres". Una vez allí, le entregó una resolución de ayuda a favor del negocio por el importe citado, que según su declaración se debía a que sus padres deseaban ampliar el hotel "y fue el propio Javier Guerrero, un día comiendo allí, quien se ofreció a ayudarles". Explicó que también era dueña del negocio su tía Julia, militante del PSOE y que había sido concejala de Cazalla de la Sierra (Sevilla). Cuando la ayuda ya estaba concedida, sus padres obsequiaron a Guerrero y a su esposa con un viaje a Menorca, donde se alojaron en un chalé propiedad de un familiar de Gregorio M.P.

Sobre una subvención de 444.748 euros que Guerrero concedió a la empresa Promociones Vinícolas, propiedad de Gregorio, en el 2006, el imputado aseguró a la Guardia Civil que nunca llegó a recibirla si bien la secretaria del director general le llamó por teléfono y le dijo que iba a recibir una transferencia de 3.000 euros, que sí ingresó. En agosto de 2006 el bufete Estudios Jurídicos Villasís -que tiene varios abogados imputados en las actuaciones- le ingresó 30.000 euros y otros 48.080 euros en noviembre, cantidades que el imputado dijo no recordar si había ingresado.

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