Andalucía

Las coincidencias entre Vox y el pacto de PP y Ciudadanos

  • El preacuerdo de populares y naranjas sólo recoge las propuestas fiscales y de reducción de la administración del partido de Santiago Abascal

Juanma Moreno y Dolores López, en primer término, en la reunión entre PP y Ciudadanos en el Parlamento.

Juanma Moreno y Dolores López, en primer término, en la reunión entre PP y Ciudadanos en el Parlamento. / EP

El responsable de la negociación programática en el PP, Elías Bendodo, defendió ayer que “muchas de las medidas” que exige Vox para apoyar el pacto entre los populares y Ciudadanos están incluidas en el acuerdo de gobierno que ha elaborado con la parlamentaria naranja Marta Bosquet.

“Hay que buscar puntos de encuentro”, insistió el dirigente malagueño. Pero entre las medidas difundidas el viernes por PP y Cs sólo hay coincidencia con el partido de Santiago Abascal en la reducción de la presión fiscal en la región y en un adelgazamiento de la Administración que acabe con gran parte de los organismos conocidos como entes instrumentales. Hay puntos, como la defensa de las políticas contra la violencia de género, que suponen un choque frontal con las peticiones de Vox.

Pocos minutos después de hacerse público el preacuerdo entre PP y Cs, Vox hizo público un decálogo de propuestas para que Juanma Moreno y Juan Marín lo tuvieran en cuenta si querían contar con el apoyo de Francisco Serrano y los otros 11 parlamentarios de Vox.

PP y Ciudadanos contemplan la bonificación al 99% del impuesto de Sucesiones y Donaciones y no tendrán problemas en reducir un 5% el tramo autonómico del IRPF. Lo mismo ocurre con el adelgazamiento de la Administración paralela, pero más allá de estas propuestas, los negociadores populares –los naranjas aseguran que no hablarán con Vox– tendrán que esforzarse para limar las ideas de que tienen Santiago Abascal y los suyos para Andalucía.

¿Eliminar RTVA o "redimensionarla"?

PP y Ciudadanos quieren “redimensionar” RTVA, pero también garantizar “su profesionalidad, imparcialidad, pluralidad e independencia”. Difícilmente podrán hacerlo si aceptan la reducción que propugna Vox con el ente audiovisual autonómico hasta el punto de sustituirlo por las desconexiones territoriales de RTVE.

También hay una importante diferencia entre la devolución de las competencias en educación y sanidad, como quiere Vox, y poner en marcha un “plan andaluz de refuerzo educativo”, el desarrollo de una ley andaluza de Formación Profesional y un “plan de choque para la mejora de la calidad de la sanidad pública”. Estas tres medidas se incluyen entre las prioridades de los 100 primeros días de un gobierno que necesita los votos de Vox para hacerse realidad.

En la política migratoria hay matices que parecen salvables. El partido que dirige en Andalucía Francisco Serrano quiere que la Junta colabore con la repatriación de inmigrantes ilegales. PPy Ciudadanos quieren mejorar la gestión de la política migratoria, pero no mencionan a las repatriaciones en su documento.

Tampoco hay referencias al PER, que Vox quiere eliminar para sustituirlo por un plan de fomento del emprendimiento en el ámbito rural. No hay noticias sobre que populares y naranjas tengan un problema con la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales, pero Vox pretende sustituirla también por un departamento encargado las políticas de familia y natalidad.

En el pacto hecho público el viernes por Marín y Moreno no hay rastro de esta idea. Lo mismo le ocurre al plan de apoyo a la tauromaquia y la caza que defienden los de Abascal, pero no parece difícil que convenzan a populares y ciudadanos a ese respecto. Como dice Bendodo, “hay que buscar puntos de encuentro”. El “Gobierno del cambio” depende de esos puntos de encuentro.

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