Análisis

Incertidumbre por cómo evaluar un curso escolar marcado por el coronavirus

  • La Junta, al igual que las patronales y los sindicatos, exigen mayor concreción al Gobierno sobre los criterios para promocionar a los alumnos

Ejercicios previos a la realización de un examen.

Ejercicios previos a la realización de un examen. / D. S.

Más dudas que certezas. La comunidad educativa tiene, a día de hoy, pocas certidumbres sobre cómo va a encarar el final de curso. La Conferencia Sectorial de Educación celebrada el pasado miércoles entre el ministerio de este ramo y las comunidades autónomas arrojó poca luz -incluso aportó muchas sombras- a la hora de aclarar la evaluación de los alumnos en unas circunstancias con escasos precedentes en las aulas. 

La ministra de Educación, Isabel Celaá, tras diversas informaciones que habían trascendido esa tarde y que se prestaban a la confusión, realizó unas declaraciones a un telediario nocturno en las que aseguraba que no se otorgaría el aprobado general, pero que se promocionaría de curso a los estudiantes y se les tendría en cuenta las asignaturas suspensas del primer y segundo trimestre para el próximo curso. Un auténtico eufemismo.

El tercer trimestre, que se sigue desarrollando de forma no presencial hasta que las autoridades sanitarias digan lo contrario, "siempre sumará no restará en la nota final" y servirá, sobre todo, para reforzar los contenidos ya impartidos. 

Comunidades como Madrid, País Vasco y Murcia ya se han desmarcado de este criterio y evaluarán a sus alumnos del tercer trimestre. Andalucía anunció el mismo miércoles que haría lo mismo, aunque de manera "flexible" para no perjudicar a los estudiantes que sufren la brecha digital. Apostó, de nuevo por el plan de refuerzo estival que tanta polémica generó en 2019, cuando se puso en marcha por primera vez, y defendió que este programa -de carácter voluntario- había sido aplaudido por el Gobierno como medida para atender a los alumnos que no reciban todos los contenidos impartidos desde que se decretó el estado de alarma por su dificultad en el acceso a las nuevas tecnologías. 

La necesidad de un acuerdo común

Un día después, el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, hacía un llamamiento al Ejecutivo central para que se lograra un acuerdo entre todas las comunidades a la hora de establecer los criterios con los que un alumno puede promocionar de curso. En Andalucía, actualmente, lo puede hacer con dos asignaturas suspensas, y en situaciones extraordinarias, hasta con tres. ¿Con cuántas se podrá hacer ahora?

Sindicatos como ANPE ya han alzado la voz y exigen a Celáa e Imbroda que se "confíe" en el criterio de los docentes a la hora de evaluar a los alumnos. "Las decisiones sobre la promoción de los estudiantes deben recaer en el profesorado, que es quien los conoce", refiere el sindicato, que defiende que "debe tomarse como elemento fundamental lo trabajado en las clases presenciales y como referencia positiva el realizado a distancia durante el confinamiento. Rechazamos toda idea de promoción generalizada que socave el principio de autonomía de los centros y la libertad de cátedra del profesorado".

Adeces, una asociación que agrupa a profesionales de distintos sectores, entre ellos el de la enseñanza, ha exigido al Ministerio de Educación que "ejerza su competencia" y facilite la promoción de todos los alumnos con independencia de la comunidad autónoma en la que se estudie. "Debe considerarse que los estudiantes se han quedado sin un tercio del curso. O, lo que es lo mismo, se han visto privados de la posibilidad de aprovechar el tercer trimestre, y las recuperaciones previas al verano, para superar los anteriores resultados", refiere este colectivo, que incide en un aspecto fundamental en la educación a distancia: "Las condiciones para seguir preparando sus materias durante el confinamiento han sido tan diversas como los medios de los que han dispuesto tanto los centros educativos como los alumnos".

La brecha digital

En este sentido, Adeces pone el dedo en la llaga al recordar que "se alude a que el esfuerzo de los alumnos, las familias y los centros debe ser cuantificado, pero para ello habría sido necesario que los responsables educativos hubiesen dotado previamente a los centros públicos de los materiales y herramientas tecnológicas necesarias". Por tales motivos, considera que sin los medios adecuados, no se puede 'tele educar'. Educar es formar y debe hacerse en condiciones de igualdad".

La Consejería de Educación, por su parte, se encuentra ahora inmersa en la elaboración de las instrucciones que facilitará la próxima semana a los centros de enseñanza. En ellas se establecerán las directrices con las que afrontar el tercer trimestre, en el que cada vez hay menos posibilidades de que los menores vuelvan a las clases presenciales. Con tal fin, ha solicitado a cada delegación territorial sus aportaciones para la redacción de dicha normativa. La intención era que las instrucciones se enviaran el lunes, pero, según fuentes consultadas por este periódico, lo más probable es que se demoren y lleguen a mediados de la próxima semana, habida cuenta de la necesidad de consenso y de la incertidumbre que existe ahora sobre las medidas que tomará el resto de comunidades autónomas. 

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