Muy malas noticias. Era previsible que la propuesta inicial de la Comisión Europea sobre el presupuesto de 2014 a 2020 se rebajase, pero las autoridades andaluzas confiaban en que se pudiera mantener un estatus cómodo para las regiones que salen ahora del objetivo de convergencia (antiguo objetivo 1, con un PIB per cápita por debajo del 75% de la media comunitaria) y están aun por debajo del 90%. El presidente Griñán y el consejero Ávila estaban esperanzados en que se rebajarían sólo en un tercio los 14.700 millones de euros que Andalucía recibirá de fondos estructurales y de cohesión en el actual periodo 2007-2013. Con las cuentas que ahora ha presentado Van Rompuy la región perdería 6.379 millones en los próximos siete años en este capítulo.

Falta por saber en cuánto se quedará la directriz presupuestaria europea, que entre 1993 y 1999, en el Paquete Delors II estuvo en el 1,18% del PIB comunitario y desde 2000 se rebajó al 1,08%. Hay nueve países que ahora lo quieren descender al 0,9%, en cuyo caso la rebaja del cheque andaluz de fondos estructurales sería mayor. En el capítulo agrario ocurre algo parecido. Andalucía es la región de España que más dinero recibe por hectárea y si hay una reducción de las ayudas nacionales habrá una gran presión para que la parte fundamental del recorte recaiga sobre Andalucía. En ayudas directas hay 42.800 millones anuales para toda la UE, de los que 6.000 son para España y 1.600 millones para Andalucía. A esto hay que añadirle los 400 millones que la región recibe al año para desarrollo rural. Una rebaja del 5,7% en el cheque agrario andaluz supondría en siete años una merma de los fondos agrarios europeos de casi 800 millones de euros. En total, la rebaja anunciada ayer por Van Rompuy significa que las transferencias de subvenciones europeas por todos los conceptos se reducirían en 7.119 millones en los próximos siete años, lo que significa más de mil millones de euros anuales de fondos que desaparecerán de los presupuestos andaluces. En todo caso la cumbre de la semana próxima es altamente improbable que apruebe las perspectivas financieras 2014-2020. Es fácil que pase a ser la tarea fundamental de la siguiente presidencia de turno, que ostentará Irlanda.