Andalucía

Las muertes en el puesto de trabajo se disparan en Andalucía

Los bomberos de Sevilla rescatan a un trabajador herido en las obras de un edificio.

Los bomberos de Sevilla rescatan a un trabajador herido en las obras de un edificio. / María José López / Europa Press (Sevilla)

A finales del pasado mes de julio, la Consejería de Empleo reunió a la Confederación de Empresarios de Andalucía y a los dos sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, para activar un Plan de Choque que pusiera remedio a las 58 muertes de trabajadores que se habían producido durante la jornada laboral en los primeros cinco meses del año y que situaban a comunidad como la primera en todo el país en cifras de siniestralidad.

Las cifras de junio con las que se cierra el balance semestral, agravan todavía más el problema ya que en Andalucía se han registrado en seis meses 63 accidentes mortales (más de la mitad de ellos en Sevilla, Málaga y Córdoba), de los que 8 fueron in itinere. Además se registran 51.142 siniestros calificados como leves y 557 como graves. 

Las cifras que manejan los sindicatos son todavía peores. El balance de la Secretaría de Relaciones Laborales y Empleo de la UGT de Andalucía al que ha tenido acceso este periódico habla de 58 muertos en el puesto de trabajo hasta el pasado mes de julio, a los que hay que añadir otros 7 registrados in itinere. Pese al buen comportamiento confirmado en los dos últimos meses del estudio, la siniestralidad en Andalucía se encamina a un año en el que se superarán los 118 muertos en el puesto de trabajo y otros 30 in itinere con los que se cerró el año pasado. 

Según el Ministerio de Trabajo y Economía Social, Andalucía es de lejos la comunidad donde más crecen los fallecimientos en el tajo, hasta superar el 9%; para poner en contexto esta cifra, hay que tener en cuenta que la siguiente comunidad autónoma es Cantabria con un 5% y Baleares y Extremadura con un 4% respectivamente; La Rioja, Asturias y Melilla, con subidas de entre el 2% y el1%, son las que cierran aquellas en las que se registran cifras superiores a un año antes; el resto mejoran de manera más que significativa, incluso con Cataluña y Galicia siendo capaces de bajar los accidentes mortales con números de dos dígitos. Tampoco los siniestros con baja que en las distintas regiones calcan la distribución de la población y Andalucía, Cataluña, Madrid y Valencia encabezan el ranking, aunque nuevamente andaluza es, junto con la última, las únicas que ven aumentadas sus cifras respecto al primer semestre del año anterior.

A pesar de ello, la situación no es tan mala si se atiende al índice de incidencia, es decir, al número de accidentes según el número de trabajadores, ya que la tasa de la comunidad autónoma está por debajo del resto, toda vez que llega a los 242,2 siniestros por cada cien mil trabajadores, muy lejos de Navarra y Baleares que superan los 300. 

La tendencia en el conjunto del país, hablan de una ligera contención en la mortalidad en los accidentes labores, ya que en el primer semestre del año se produjeron 277 en la jornada laboral y 60 más durante los desplazamientos al puesto de trabajo; el año pasado estos números fueron de 320 y 74 respectivamente. También bajaron los accidentes con baja, aunque por contra crecieron un 2,5% aquellos que no la precisaron.

Según el Instituto Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales, el perfil tipo de la víctima de un accidente en el puesto de trabajo sería la de un hombre de entre 50 y 59 años, que lleva menos de un año de antigüedad en la empresa, que no tiene un contrato estable en la pequeña y mediana empresa en la que trabaja y que sufre una patología calificada como no traumática como origen de ese siniestro.

Los dos sindicatos mayoritarios han reclamado en repetidas ocasiones tanto la puesta en marcha de investigaciones de los siniestros, como la mayor intensidad en la labor inspectora y garante de la administración pública, en especial en los sectores que presentan un mayor riesgo de padecer un accidente laboral, en especial en la agricultura y la construcción.

Es en ese contexto en el que se enmarca el acuerdo conseguido sobre el Plan de Choque contra la siniestralidad laboral en Andalucía, dotado con una cantidad de 2,2 millones de euros y que se enmarca como continuación a la Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo prorrogada este año, así como el Pacto Social conseguido por los mismos actores a mediados del pasado mes de marzo.

La estrategia contra la siniestralidad laboral en Andalucía está diseñada en torno a siete grandes líneas de actuación que persiguen, según la Consejería de Empleo, “incrementar los niveles de sensibilización entre empleados y empresarios para que cale en toda la sociedad el mensaje de la cultura preventiva”, con especial atención a los accidentes de tipo traumático en jornada laboral.

La más destacada de todas ellas destaca la elaboración de un detallado Mapa de la Siniestralidad grave, muy grave y mortal en Andalucía durante los años 2021 y 2022, otorgando mayor relevancia a dos tipologías de accidentes en los que se han detectado mayores incrementos: las caídas en altura y el vuelco o pérdida de control de maquinaria y equipos de carga.

También se refuerzan las Actividades de comprobación, información y asesoramiento directo en empresas. Entre ellas, las actuaciones a cargo de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, centradas en empresas con elevadas tasas de siniestralidad y en lo que supone un refuerzo del trabajo que ya realizan los Centros de Prevención de Riesgos Laborales; o las actuaciones del personal técnico habilitado, que se incrementarán en un 20%. Del mismo modo, se eleva hasta un 40% el número de actuaciones contempladas en Programas como el Alerta Accidentes, así como las tareas de divulgación en los propios centros productivos, que recibirán material divulgativo sobre los principales riesgos asociados a su actividad y las medidas preventivas para evitarlos.

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