¿Y si el Cascamorras no sale?

La fiesta del Cascamorras, declarada de Interés Turístico Nacional, podría dejar de celebrarse este año en las localidades granadinas de Baza y Guadix si no se resuelve el problema del registro de su nombre por parte de un particular, según afirmó ayer el alcalde la localidad accitana, Santiago Pérez (PP).

El regidor expresó su apoyo al planteamiento de la Hermandad de la Virgen de la Piedad para no enviar el Cascamorras a Baza y ha indicado que el Ayuntamiento de Guadix emprenderá varias acciones para impedir que un particular pueda lucrarse con el nombre del personaje.

Pérez ha subrayado en rueda de prensa que el Cascamorras, "es patrimonio de Guadix y Baza, y de todos los vecinos que integran ambas ciudades, por lo tanto, nadie con ánimo de lucro debe apropiarse de unos símbolos que son de todos".

El alcalde quiere entrevistarse con la persona que ha registrado la patente para solicitarle oficialmente que la retire y que esta fiesta secular vuelva a ser "para todos y de todos".

Por ello, el Ayuntamiento podría apoyar la decisión de no enviar ningún representante el próximo 6 de septiembre a Baza para seguir la legendaria y conocida tradición de intentar llevarse la imagen de la Virgen de la Piedad a Guadix.

Según la tradición popular, la fiesta del Cascamorras se remonta a 1490 cuando, durante la construcción de la Iglesia de la Merced en Baza, el obrero accitano Juan Pedernal halló la talla de una Virgen que recibió el nombre de Nuestra Señora de la Piedad.

El obrero de Guadix se disputó la propiedad de la talla con el resto de los trabajadores, llegando a implicar a las autoridades de las dos ciudades y a la autoridad judicial, que resolvió dejar la propiedad y posesión de la imagen para Baza, y el derecho de celebrar anualmente las fiestas religiosas el día 8 de Septiembre, festividad de la Virgen de la Piedad, al Cabildo de Guadix. Cada año, el Cascamorras sale de Guadix para intentar recuperar la imagen y en Baza es objeto de una persecución que acaba dos días después, cuando es recibido con agua y aceite ecológico por no haber logrado la hazaña.