Alice Beauty Concept, la clínica dermocosmética en donde la ciencia acaricia el alma

Contenido ofrecido por Alice Beauty Concept

Desde Granada, Alicia Martín Arráez ha convertido su centro en un refugio de belleza consciente donde cada piel cuenta su historia y cada tratamiento se vive como un acto de amor propio

Alicia Martín Arráez ha convertido a Alice Beauty Concept en una clínica dermocosmética de referencia en Granada.
Alicia Martín Arráez ha convertido a Alice Beauty Concept en una clínica dermocosmética de referencia en Granada. / Antonio L. Juárez/ Picwild
Rodrigo Vázquez
- Redactor

04 de noviembre 2025 - 05:00

Hay lugares que no solo transforman la piel, sino también la forma en la que una persona se mira a sí misma. Alice Beauty Concept es uno de ellos. Detrás de su nombre hay una mujer que ha hecho de la empatía, la ciencia y la emoción los pilares de un nuevo concepto de belleza: Alicia Martín Arráez, directora y alma de este proyecto que lleva más de una década cambiando la manera de entender el cuidado personal.

La belleza consciente es el equilibrio entre ciencia, experiencia y emoción”, dice Alicia con la serenidad de quien ha recorrido un largo camino. Su historia no empezó entre cremas ni cabinas, sino en la consultoría de recursos humanos, diseñando planes estratégicos para grandes empresas. Pero su espíritu inquieto la llevó, con apenas 29 años, a un laboratorio cosmético donde trabajó más de dos décadas y aprendió todos los secretos de la dermocosmética: desde la formulación hasta la creación de marcas.

Curiosamente, no se puso su primera crema hasta los 31 años. “Empecé a cuidarme tarde, pero entendí que nunca lo es para hacerlo”, confiesa entre risas. Ese gesto simbólico marcaría el inicio de una vocación: cuidar de las personas desde una mirada profunda y consciente.

Durante años impartió formaciones por toda España hasta que descubrió una carencia que lo cambiaría todo: se trataban pieles, pero no personas. Faltaba escucha, emoción y sensibilidad. Entonces decidió dar el salto y crear su propio espacio, Alice Beauty Concept, un centro de dermocosmética avanzada donde cada visita se convierte en una experiencia sensorial y emocional.

Su “Método AMA” (acrónimo de su nombre y también de la palabra “amar”) resume su filosofía: Escuchar, Cuidar, Crear y Transformar. Escuchar lo que la piel dice (y lo que calla), cuidar desde la ciencia, crear un protocolo único y transformar no solo la piel, sino la energía de quien se pone en sus manos. “Queremos que el cliente salga con una piel más luminosa, pero también con una energía diferente”, afirma.

Detrás de esta visión hay una historia personal que marcó un antes y un después. Cuando a su hija le diagnosticaron una enfermedad autoinmune durante la pandemia, Alicia comprendió que la belleza debía ir más allá de lo superficial. Empezó a formarse en oncobelleza y otras disciplinas para poder atender a personas con patologías crónicas o tratamientos médicos. “Mi propósito era claro: que nadie renuncie a sentirse bien en su piel por miedo o por no saber dónde acudir”, explica con emoción.

Alicia cuenta con un gran equipo de profesionales.
Alicia cuenta con un gran equipo de profesionales. / Antonio L. Juárez/ Picwild

Hoy, en Alice Beauty Concept, ciencia y sensibilidad se funden en experiencias que cuidan la piel y el alma. No hay tratamientos estándar. Cada detalle (la luz, la música, los aromas, la temperatura) está pensado para crear un ritual de bienestar. “No se trata de venir a hacerse un tratamiento, sino de vivir una experiencia que se recuerda”, asegura.

Su compromiso con la excelencia también se refleja en su labor como consultora en la industria beauty. Con más de veinte años asesorando a laboratorios y marcas, Alicia ha logrado que su empresa crezca desde una mirada estratégica, pero sin perder su esencia artesanal y humana. Esa combinación le ha permitido formar parte del Club Cámara Granada, una red que, según cuenta, le ha ayudado a consolidar su visión empresarial y a proyectar su marca en el sector de la estética avanzada.

“Gracias al Club Cámara he aprendido a verme como una empresa, a conectar con otros profesionales y a seguir creciendo sin perder mi raíz granadina”, explica orgullosa.

Alicia no busca crear una franquicia ni expandirse sin medida. “Cuando creces demasiado, pierdes tu esencia”, dice con convicción. Prefiere mantenerse cerca, mirando a los ojos de cada persona que cruza su puerta. Porque para ella, la belleza no es un lujo, sino una necesidad.

Y cuando alguien le pregunta qué espera que sienta un cliente al salir de su centro, su respuesta lo dice todo: “Que sienta que ha vivido algo único. Que ha recuperado la calma, la confianza y la conexión consigo mismo. Porque cuando alguien elige Alice Beauty Concept, elige cuidarse desde la consciencia, la excelencia y la emoción”.

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