La Esquinita de Javi: donde el pescaíto es rey en Granada

Contenido ofrecido por la Esquinita de Javi

Mariscos del día, cocina andaluza auténtica y un ambiente acogedor hacen de este rincón una parada obligada para los amantes del buen comer en la ciudad de la Alhambra

Luis Javier García posa en la entrada de la Taberna de la Esquinita de Javi ubicada en la Plaza del Campillo.
Luis Javier García posa en la entrada de la Taberna de la Esquinita de Javi ubicada en la Plaza del Campillo. / José Velasco/GPMEDIA
Rodrigo Vázquez - Redactor

16 de mayo 2025 - 05:00

Hablar de marisco fresco en Granada es hablar de La Esquinita de Javi. Lo que comenzó como un pequeño local en la Cuesta del Progreso se ha transformado en una marca consolidada que conquista a diario a granadinos y visitantes con su cocina honesta, su servicio cercano y una oferta gastronómica centrada en la calidad. Ahora, con tres establecimientos en pleno centro, el proyecto de Luis Javier García sigue creciendo sin perder su esencia.

El último en sumarse a esta familia ha sido la Taberna de La Esquinita de Javi. Abierto hace poco más de un año, inicialmente se centraba en carnes, pero pronto Javi decidió darle un giro. “La gente nos identifica con el marisco, con el pescaíto, con esa barra viva y el trato cercano. Por eso lo hemos adaptado”, cuenta. Hoy, ese espacio comparte la misma carta que sus otros dos locales y ofrece los grandes éxitos que han convertido a La Esquinita en un referente: gambas, coquinas, calamares, pulpo, ensaladilla rusa y, por supuesto, el pescaíto frito, que aquí alcanza otro nivel.

El interior de la taberna cuenta con la misma esencia de los primeros restaurantes de Javi.
El interior de la taberna cuenta con la misma esencia de los primeros restaurantes de Javi. / José Velasco/GPMEDIA

Lo que diferencia a La Esquinita no es solo el producto (que llega fresco a diario), sino la forma de tratarlo y servirlo. Porciones generosas, platos pensados para compartir y una cocina sin artificios, donde el sabor es lo más importante. “No somos un restaurante de diseño. Aquí se viene a comer bien, rápido, sin complicaciones y con un trato directo”, resume Javi.

El ambiente en cada local también es parte del encanto: barras dinámicas, personal atento que recomienda con conocimiento y una clientela fiel que vuelve porque sabe que va a encontrar calidad y cercanía. “Nuestros camareros están formados para explicar lo que hay, lo que entra cada día. El producto cambia y hay que saber venderlo”, insiste.

Con tres locales en funcionamiento (dos en la Plaza Mariana Pineda), Javi podría plantearse llevar su fórmula a otras ciudades. Sin embargo, lo tiene claro: de momento, se queda en Granada. “Aquí tengo mi vida, mi familia, mis hijos pequeños. No me veo abriendo fuera ahora. Prefiero consolidar lo que tenemos y seguir cuidando cada detalle”, afirma.

La Esquinita de Javi no es solo un bar de tapas más. Es, para muchos, el mejor sitio para comer marisco y pescaíto en Granada. Un lugar donde cada plato habla del esfuerzo diario por mantener la frescura, donde cada camarero transmite la pasión del equipo, y donde cada visita se convierte en una experiencia que invita a repetir.

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