“La farmacia es el servicio sanitario mejor valorado por los ciudadanos”
Contenido ofrecido por el Colegio de Farmacéuticos de Granada
El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Granada, Juan Eloy Jiménez Lorenzo, repasa los avances de la profesión en Granada y defiende un modelo de farmacia más asistencial, cercano y plenamente integrado en el sistema sanitario
Pregunta.Han pasado ya dos años desde que asumió la presidencia del Colegio de Farmacéuticos. Si tuviera que contárselo a los granadinos, ¿cómo resumiría este tiempo al frente de la institución?
Respuesta.–El balance es muy positivo. Cuando se asumen cargos de esta responsabilidad, siempre hace falta un tiempo de adaptación, pero tanto yo como presidente como el equipo de la Junta de Gobierno hemos conseguido integrarnos en un periodo corto. Respetamos y valoramos el gran trabajo de quienes nos precedieron, especialmente los últimos 30 años bajo la presidencia de Manuel Fuentes. Pero también era necesaria una renovación, un aire fresco y una visión más cercana a la gestión moderna. Desde el inicio tuvimos claros tres ejes: un colegio más transparente, participativo y cercano. Creo que lo estamos consiguiendo: hemos acercado la institución a los compañeros, hemos hecho más visibles todas las áreas de trabajo del farmacéutico y hemos reforzado la relación con la ciudadanía.
P.–En estos años se han puesto en marcha iniciativas muy visibles, como las Carpas de la Salud o el programa “Mi Reto”. ¿Cuál considera que ha sido el logro que más ha acercado la profesión a la ciudadanía?
R.–Quizás el mayor logro haya sido precisamente dejar hacer: permitir que los compañeros puedan seguir desarrollando su trabajo como venían haciéndolo, defendiendo el modelo de oficina de farmacia en España, que garantiza igualdad de acceso al medicamento vivas donde vivas. Y, al mismo tiempo, hemos aumentado la visibilidad hacia la población y reforzado las relaciones institucionales. Hoy los farmacéuticos estamos más cerca de la ciudadanía, y creo que eso es lo que más valoran los granadinos. La instalación de varias Carpas de la Salud desde 2023, en la que se han realizado, de forma gratuita en distintas localidades, mediciones y valoraciones de composición corporal, riesgo cardiovascular, osteoporosis, análisis de la piel, diabetes e incluso salud emocional; ha incidido también en este propósito.
P.–El programa “Mi Reto”, en colaboración con la Diputación, está ayudando a muchos mayores de la provincia a controlar mejor su medicación. ¿Qué le transmiten estos vecinos sobre la experiencia?
R.–“Mi Reto” es un proyecto pionero en Andalucía que ofrece a los mayores un servicio gratuito y muy útil: el Sistema Personalizado de Dosificación (SPD). Se trata de un dispositivo que organiza la medicación semanalmente por días y horas de toma, garantizando adherencia y seguridad. Pero no es solo un pastillero: detrás hay entrevistas con el paciente y coordinación con el médico de familia para revisar tratamientos, evitar duplicidades o interacciones. Cada semana el paciente recoge su dispositivo y entrega el anterior, lo que permite un seguimiento muy eficaz. Los usuarios y sus familias nos transmiten agradecimiento y sorpresa: muchos nos dicen “¿cómo no he conocido esto antes?”. Eso confirma que estamos en el buen camino.
P.–Si miramos hoy el mapa de la farmacia en Granada y su provincia, ¿qué diagnóstico haría de la situación actual?
R.–La farmacia en Granada está muy asentada y reconocida, tanto por la ciudadanía como por las instituciones. Es una profesión eminentemente vocacional y con una marcada orientación al servicio. Además, gozamos de estabilidad en la relación con la Administración, lo que nos permite trabajar con tranquilidad. Es cierto que la provincia es muy diversa: tenemos farmacias urbanas, rurales, estacionales en la costa o en Sierra Nevada. Pero gracias al esfuerzo de los compañeros se está ofreciendo un servicio magnífico y homogéneo a toda la población.
P.– La sociedad cambia y también sus necesidades. ¿Qué modelo de farmacia cree que necesitan los granadinos en los próximos años?
R.–Un modelo aún más asistencial, integrado en el sistema sanitario. El farmacéutico es experto en el medicamento, pero también acompaña, aconseja y cuida. En una sociedad envejecida y con cada vez más necesidades sanitarias, la red de farmacias puede y debe ser un pilar clave en prevención, seguimiento de tratamientos y educación en salud.
P.–Cada vez se habla más de que el farmacéutico forma parte activa del Sistema Nacional de Salud. ¿Qué ejemplos concretos se están dando en Granada para reforzar ese papel?
R.–Se están dando pasos importantes. Ya existe la figura del farmacéutico de Atención Primaria, integrado en el SAS y con un papel fundamental. Además, se han habilitado funciones como el cambio de forma farmacéutica o el ajuste de envases, y pronto será una realidad la comunicación bidireccional entre farmacéutico y médico. La saturación de la Atención Primaria demuestra que no se puede desaprovechar la oportunidad que brinda la red de farmacias. Somos un recurso sanitario de primer nivel y debemos trabajar en sinergia con el resto de profesionales.
P.–¿Qué puede aportar la farmacia a la mejora de la Atención Primaria?
R.–Sobre todo, cercanía y accesibilidad. El 98% de los ciudadanos en España tiene una farmacia a menos de cinco minutos, y eso en Granada, con su dispersión rural, es aún más importante. Podemos descargar a la Atención Primaria con seguimiento de tratamientos, control de adherencia, programas de prevención y educación en salud. El ciudadano nos percibe como un referente sanitario inmediato y eso es una fortaleza que hay que aprovechar.
P.–En los pueblos pequeños las farmacias cumplen un papel fundamental. ¿Cómo garantizar que sigan prestando servicio?
R.–Las farmacias rurales son esenciales, muchas veces el único recurso sanitario estable en el municipio. Proyectos como “Mi Reto” o el apoyo institucional de la Diputación son claves. Pero, sobre todo, lo es mantener el modelo español de farmacia, que garantiza que todos los ciudadanos, vivan donde vivan, tengan el mismo acceso a los medicamentos en condiciones de igualdad.
P.–Los farmacéuticos no solo dispensan medicamentos: también tienen un papel en la prevención y en la calidad de vida. ¿De qué manera influyen en los factores sociales que condicionan nuestra salud?
R.–El farmacéutico es un profesional sanitario accesible, al que se puede acudir sin cita previa. Esa cercanía nos permite detectar problemas de salud, acompañar emocionalmente y educar en hábitos de vida saludables. En muchos casos somos el primer punto de consulta, y ahí está nuestra responsabilidad social: prevenir, aconsejar y mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.
P.–Para terminar, ¿qué retos se marca a medio y largo plazo?
R.–Seguir acercando la profesión a la ciudadanía y consolidar la integración de la farmacia en el sistema sanitario. Queremos que la sociedad vea al farmacéutico como lo que es: un profesional sanitario de primer nivel, cercano y siempre disponible. Y queremos que los compañeros sientan el Colegio como su casa, como un apoyo para su labor diaria. Ese es nuestro compromiso.
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