Rodich, 65 años de seguridad y confianza con alma granadina

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De fabricantes de televisores a referente tecnológico en sistemas de seguridad, la historia de una empresa familiar que ha sabido reinventarse sin perder su esencia ni su compromiso con Granada

Jose Cruz López, junto a su hijo y CEO de la compañía, José Cruz Yáñez.
Jose Cruz López, junto a su hijo y CEO de la compañía, José Cruz Yáñez. / Jorge Guerrero/ Picwild
Rodrigo Vázquez
- Redactor

21 de octubre 2025 - 05:00

En 1960, cuando en las calles de Granada apenas se escuchaba el zumbido de los primeros televisores y el SEAT 600 era el coche de moda, nacía un pequeño taller llamado Electrónica Rodych. Nadie podía imaginar entonces que aquel modesto negocio de reparación de aparatos domésticos se convertiría, seis décadas después, en una de las empresas más reconocidas del sector de la seguridad en Andalucía. Hoy, Rodich celebra 65 años de vida, y lo hace fiel a su lema no escrito: evolucionar sin olvidar de dónde viene.

Jose Cruz Yáñez, actual CEO, recuerda con orgullo los orígenes: “Durante los primeros veinte años nos dedicamos a reparar electrodomésticos y televisores. Incluso llegamos a fabricarlos, hasta que el mercado asiático nos obligó a cambiar de rumbo”. Ese golpe del destino fue solo el primero de muchos. En los años 70, su padre adquirió el negocio y decidió apostar por la innovación: “Introdujimos los porteros automáticos y las antenas parabólicas, justo cuando el país empezaba a asomarse al futuro”.

Pero el punto de inflexión llegó a finales de los 80, cuando un robo en sus propias instalaciones cambió la historia de la empresa. “Nos dejaron sin nada”, recuerda Jose. “Mi padre, lejos de rendirse, decidió que aquello no volvería a pasar. Inventó un sistema de alarma que luego vendimos a las cajas rurales de Granada. Ahí nació Rodych Seguridad”. Aquella reacción (convertir la adversidad en oportunidad) marcó el ADN de la compañía.

Desde entonces, Rodich ha crecido con el pulso de los tiempos. En los 90, se adaptó a las nuevas normativas nacionales sobre seguridad; en los 2000, dio el salto digital, pasando del vídeo analógico al almacenamiento en disco duro; y en la última década, ha abrazado la inteligencia artificial para ofrecer soluciones cada vez más avanzadas. Cámaras que reconocen comportamientos sospechosos, sistemas contra incendios inteligentes y alarmas médicas autónomas son ya parte de su catálogo.

Sin embargo, la tecnología nunca ha sido su único motor. “La clave de nuestro éxito ha sido el cariño con el que tratamos a los clientes”, afirma Cruz Yáñez. “La posibilidad de hablar cara a cara con el gerente, de mirarte a los ojos y resolver un problema, eso solo lo ofrece una empresa familiar”. Esa cercanía es, precisamente, lo que ha hecho que generaciones enteras de granadinos confíen en Rodich.

El concepto de “empresa familiar” va más allá de los lazos de sangre. “Aquí todos somos una piña, explica. No me gusta decir empleados, prefiero compañeros. Todos son necesarios y válidos. Si pasas gran parte de tu vida en el trabajo, lo mínimo es que te sientas bien en él”. Esa filosofía humana se traduce también en compromiso social. Durante la pandemia, la empresa no solo mantuvo su actividad, sino que colaboró en el desarrollo de un respirador artificial diseñado en Granada. “Fue un gesto solidario que nos recordó por qué hacemos lo que hacemos: para proteger y ayudar a las personas”.

“Lo que queremos es que cuando la gente piense en seguridad, piense en nosotros”, dice Jose. Y no es solo una frase. Su icónico robot, el Rodych original y símbolo de la empresa desde los años 80, representa esa evolución constante. “El robot nació inspirado en las películas de Star Wars y Robocop. Ha cambiado con el tiempo, pero sigue siendo nuestra esencia, es la imagen viva de la empresa”.

El vínculo con Granada también es inseparable. “Rodich es Granada. Forma parte de la sociedad granadina tanto como las empresas que le han dado vida durante generaciones. Ese es nuestro verdadero logro. Aquí nacimos y aquí queremos seguir. Hemos atendido a más de 500.000 personas, medio millón de clientes que confían en nosotros. Eso da vértigo, pero también orgullo”, expresa el CEO de la empresa.

Rodich enfrenta el futuro con compromiso, calidad y seguridad en cada uno de sus servicios.
Rodich enfrenta el futuro con compromiso, calidad y seguridad en cada uno de sus servicios. / Jorge Guerrero/ Picwild

En 2025, la compañía celebrará su 65 aniversario con una gala especial, un encuentro con clientes, colaboradores y amigos para recordar lo vivido y compartir lo que viene. “Queremos mostrarle a Granada que seguimos aquí, fuertes, con las mismas ganas y la misma ilusión que el primer día”, añade.

El futuro, asegura Jose, será tan desafiante como apasionante. “La inteligencia artificial nos está transformando por completo. En cinco años veremos drones, vehículos y robots trabajando en tareas de seguridad. Nuestras casas serán más inteligentes y estarán más protegidas”. Pero pese a mirar de frente al futuro, Rodich no pierde sus raíces y se prepara para enfrentar los retos que se le avecinan. Uno de los más importantes será las nuevas líneas de trabajo, especialmente en sistemas contra incendios, una división que hoy lidera Jorge Cruz Yáñez, hermano de José e ingeniero jefe de la compañía. “Jorge ha sido clave en el crecimiento de esta área”, explica el CEO. “Ha formado un equipo de ingenieros especializados que investigan, diseñan y mejoran constantemente los planes de autoprotección y sistemas que salvan vidas. Es un orgullo ver cómo su trabajo está posicionando a Rodich en un nuevo nivel de innovación técnica”.

Y mientras habla del futuro Jose también nombra a su hermana Mariola, recientemente, incorporada la empresa, y sigue nombrando a su padre, aquel profesor de maestría industrial que un día renunció a su plaza de funcionario para apostar por un sueño. “Mi padre siempre dice que Rodich es su niña pequeña. Y tiene razón. La hemos cuidado, la hemos hecho crecer y hoy sigue viva, fuerte y moderna, sin dejar de ser esa empresa cercana que nació en un pequeño taller hace 65 años”.

Rodich no es solo una marca. Es una historia de familia, de esfuerzo, de resiliencia y de amor por una ciudad. Y sobre todo, una prueba de que en Granada, los sueños (si se cuidan con cariño) pueden durar toda una vida.

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