¿Cómo saber si necesitas gafas graduadas? Señales y síntomas comunes

Los problemas oculares pueden aparecer a cualquier edad y no siempre se detectan con facilidad. Aunque las dificultades para ver de lejos o de cerca son síntomas habituales, hay otras señales que te pueden hacer sospechar que necesitas gafas graduadas.

En este artículo damos a conocer los síntomas más frecuentes que te indican que deberías visitar al oftalmólogo. Con la elección de las gafas graduadas adecuadas podrás recuperar una buena visibilidad.

Señales y síntomas que indican que necesitas gafas graduadas

Los defectos visuales suelen manifestarse de manera progresiva y, por ello, algunas veces pueden pasar desapercibidos. Identificar los síntomas más comunes a tiempo es clave para saber si necesitamos gafas graduadas y prevenir complicaciones.

Visión borrosa y dificultad para enfocar

Nos referimos a visión borrosa cuando la vista se difumina al mirar de lejos o de cerca, al observar objetos pequeños, o al realizar actividades cotidianas como leer o al conducir. La persona tiene dificultades para enfocar y se ve obligada a entrecerrar los ojos para ver mejor. También puede suceder que pierda el enfoque al cambiar la vista de lejos a cerca, o viceversa.

Miodesopsias o presencia de objetos flotantes

Otro síntoma de problemas visuales son las miodesopsias. Se manifiestan como puntos, manchas flotantes, “moscas”, hilos o halos luminosos en el campo visual. Son mas evidentes al mirar superficies claras y se mueven con el movimiento de los ojos. Conviene acudir al oftalmólogo para descartar otras patologías oculares más graves.

Fatiga ocular

Los ojos se ven forzados de manera continuada para ver bien, lo cual ocasiona una fatiga ocular. La consecuencia de este agotamiento son unos ojos cansados o doloridos. En algunos casos pueden estar demasiado secos y causar irritación o picor, o bien padecer un lagrimeo excesivo.

Mala visión nocturna

Es frecuente que los defectos visuales causen una visión deficiente en la oscuridad y que afecten en mayor medida los deslumbramientos. Aunque suele estar asociada a la edad, también puede darnos pistas de la aparición de una miopía, astigmatismo o hipermetropía.

Dolores de cabeza

La tensión ocular puede producir dolores de cabeza. En especial, después de ver la pantalla o leer. Es más habitual al final del día debido al sobreesfuerzo de la vista.

Sensibilidad a la luz

La sensibilidad a la luz, conocida como fotofobia, es un síntoma que se reconoce por la incomodidad o dolor al mirar luces brillantes.

¿Qué defectos oculares corrigen las gafas graduadas?

Si has percibido alguna de las señales mencionadas, el oftalmólogo se encargará de diagnosticar de qué defecto visual se trata. Estas son las afecciones más frecuentes que se pueden rectificar con unas gafas graduadas.

• Miopía: se manifiesta con visión borrosa, presencia de puntos que se mueven, dolor de cabeza y, sobre todo, con problemas para ver de lejos con nitidez.
• Hipermetropía: su característica principal es la dificultad para ver bien a poca distancia. Forzar la vista puede llevar a sufrir dolores de cabeza o fatiga ocular.
• Astigmatismo: se detecta por una mala visión nocturna, una mala definición de los contornos y una visión distorsionada tanto de cerca como de lejos.
• Presbicia: a partir de los 40 años aumentan de manera considerable los casos de vista cansada. La persona no ve bien de cerca y tiene que alejarse para ver con más claridad.
• Ambliopía u ojo vago: las gafas graduadas tratan este defecto cuando la causa es un problema de refracción (miopía, hipermetropía o astigmatismo) o para realinear el ojo en casos de estrabismo.

En resumen, los síntomas que indican que necesitamos gafas graduadas pueden ser diversos: visión borrosa, dificultad para ver de lejos o de cerca, problemas para enfocar, mala visión nocturna o dolores de cabeza, entre otros. Son señales para visitar al oftalmólogo.