La peculiaridad física de la ciudad de Cádiz, con uno de los términos más pequeños entre los más de 8.000 municipios que pueblan España, lleva al vecino de la capital a denominar espacios de su tierra con nombres que chocan al visitante.

A veces sería necesario tener un diccionario Cádiz-Turista para no despistarnos por las calles de la ciudad. Es cierto que con el paso de los años, y la llegada de nuevas generaciones, algunos nombres comienzan a caer en desuso para una parte de la población. Pero no para todas.

Ahí tenemos los Cuarteles, donde desde hace más de un cuarto de siglo hay viviendas y amplios jardines; o la plaza de toros, desaparecida en 1976. También está la Telegrafía sin Hilos, ocupada desde hace años por una plaza pública y por un complejo escolar. Y cerca, el estadio Carranza, ya denominado Nueva Mirandilla. Y si alguna vez concluyen las obras el Teatro del Parque seguirá siendo para unos cuantos el Teatro Pemán, como la playita de las mujeres es la de Santa María del Mar.

Pero hay una denominación que, pasen los años que pasen, sigue perviviendo al formar parte ya de la propia trama urbana: Puerta Tierra, como nombre que le damos a todos los terrenos de extramuros, a la ciudad 'moderna' cuyo desarrollo comenzó en la década de los 30 del pasado siglo.

Extramuros o distrito Segismundo Moret, era el término que en el inicio del siglo XX se le daba a la gran extensión de suelo existente entre la muralla de la ciudad y Cortadura, entonces aún sin los rellenos de La Paz, Puntales y Zona Franca.

Limitada su urbanización por la existencia de los glacis y por la denominada como "zona polémica", en la que no se podía construir edificios en altura por orden del Ramo de la Guerra (lo que hoy sería el Ministerio de Defensa) y que terminaba a la altura de la parroquia de San José, todo era un suelo lleno de granjas y pequeñas industrias relacionadas con el mar o con las bodegas.

El derribo de esta zona de la muralla iniciada en los años treinta y el final de la Guerra Civil, permitió iniciar la expansión de la ciudad, lejos de los limites del casco antiguo fortificado. 

A principios de la década de los cincuenta se construyeron los arcos junto al Torreón de la Puerta de Tierra para conectar las dos zonas de la ciudad. Ya entonces, extramuros comenzó a ser conocida como Puerta Tierra. Muchos aún cometen el error de utilizar el plural al mencionar "puertas de tierra", cuando nos referimos exclusivamente a la única puerta que existía para entrar o salir de la ciudad antes del derribo de la ciudad (como la 'puerta de tierra' medieval era el arco de los Blanco).

Así que, una ciudad tan reducida en tamaño acabó convertida en dos ciudades que, para sus vecinos, tiene su propia idiosincrasia. El gaditano de Cádiz-Cádiz y el gaditano de Puerta Tierra.