Ese polvo sahariano que de vez en cuando entra a la Península Ibérica y afea el manto blanco con una capa marrón no solamente es perjudicial desde el punto de vista estético, también desde el ambiental. De esta forma, científicos de la Universidad de Granada han descubierto que las frecuentes entradas de polvo de origen sahariano a la Península Ibérica ha dañado a las algas microalgas, responsables de la mitad del oxígene que respiramos.

Y es que estas algas mixotróficas (unas microalgas que son mitad planta, mitad animal) son especies clave en la red trófica de ecosistemas acuáticos. Así, según el estudio de los investigadores de la UGR, el 50% de la producción de oxígeno del planeta depende de las microalgas, y una alta proporción de ellas presenta un metabolismo singular denominado mixotrófico.

Estas microalgas mixotróficas son capaces de funcionar como plantas, realizando la fotosíntesis, y como animales "carnívoros", depredando bacterias, simultáneamente, y potencian "la transferencia de carbono y nutrientes minerales entre los eslabones de las redes tróficas".

Fotografías aéreas tomadas para el estudio

Los resultados de la investigación publicados en la revista Scientific Reports han demostrado que las crecientes entradas de polvo sahariano rico en nutrientes minerales, unidas al incremento de la temperatura media de las lagunas de Sierra Nevada entre el año 2005 y 2015, están provocando un importante cambio en las microalgas dominantes.

"Este cambio es consistente con una disminución en las tasas de depredación de bacterias asociada a la actividad de microalgas mixótrofas entre 2005 y 2015", ha explicado el autor principal de este trabajo, Juan Manuel González Olalla, investigador del Departamento de Ecología de la UGR y alumno del programa de Doctorado de Biología Fundamental y de Sistemas de la Escuela Internacional de Posgrado.

Paralelamente, la actividad fotosintética de estas microalgas se ha incrementado debido al predominio de organismos fotosintéticos estrictos (es decir, sin capacidad de depredación) que proporcionan un tono verde a las lagunas de Sierra Nevada.

El declive de estas algas mixotróficas (como Chromulina nevadensis, endémica de Sierra Nevada) supone "una pérdida de biodiversidad y un deterioro en la eficiencia de funcionamiento de estos ecosistemas ligado a un mayor número de eslabones conformando la red trófica", han advertido los investigadores.