Salir al cine

El 'annus mirabilis' de García Pelayo

  • El Cicus y el SEFF celebran el Proyecto '10+1' de Gonzalo García Pelayo con la proyección de todas sus películas y un seminario donde se expondrán las claves de su método de producción y rodaje.

A sus 75 años, Gonzalo García Pelayo (Madrid, 1947) vive su nuevo renacer como creador y promotor total a través de una serie de actividades, rodajes, ediciones y producciones que desafían cualquier calendario y cualquier ritmo normal de trabajo. El cálculo de probabilidades y un sentido austero de la existencia cotidiana han hecho que sus inversiones en criptomoneda hayan rendido frutos suficientes como para afrontar la jubilación (si es que llega) con tranquilidad y, sobre todo, para emprender y financiar una variedad de proyectos que, a poco que uno siga sus redes sociales, no tienen una fecha libre de presentación en su frenética agenda viajera por medio mundo.

Rodeado de un equipo fiel de colaboradores (su inseparable hermano Javier, Jeri Iglesias, el simpar Álvaro Arroba o el productor Gervasio Iglesias), García Pelayo ha conseguido rodar y terminar 10+1 películas en apenas un año, nueve dirigidas en solitario y dos, Siete Jereles y Arde!, junto a Pedro G. Romero y Paco Campano, ha relanzado su mítico sello Gong en nuevas grabaciones (José de los Camarones, Manuel Imán) y ediciones de libros (Villamediana, Iwasaki, Vázquez, Grajalva, Estirado), ha emprendido colaboraciones editoriales (con Athenaica o El Paseo) de exquisito catálogo (Viota, Bessa-Luís, Wolff), ha co-producido a cineastas como la portuguesa Rita Azevedo Gomes (El trío en Mi bemol) o ha publicado al fin ese tratado matemático en el que demuestra la Conjetura de Goldbach y las inecuaciones de los números primos.

El festival DocumentaMadrid y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía le han dedicado una amplia retrospectiva que incluye su primera tanda de filmes de la Transición (Manuela, Vivir en Sevilla, Corridas de alegría, Frente al mar y Rocío y José) y los más recientes en diálogo con otros títulos del cine español contemporáneo, el periodista Luis Lapuente y el filósofo Agapito Maestre han escrito libros sobre él y su cine (Nostalgia del futuro, Efeme; La razón alegre, Unión Editorial), César Martínez ha rodado un documental sobre su trayectoria (Fiel a lo incierto) y el Festival de Cine de Sevilla, el lugar donde empezó (en 2012) la nueva etapa de reivindicación y recuperación después de muchos años apartado del cine, vuelve a dedicarle ahora otro seminario en colaboración con Cicus y la Facultad de Comunicación donde, además de proyectarse íntegramente los 11 títulos, se hablará sobre el particular método de producción, rodaje y postproducción de estas películas entre los días 4 y 5 de noviembre próximo.

“El cine como manera de vivir” antes que como una profesión, un producto industrial o un arte. En esos términos habla el propio Pelayo del sustrato y el origen de este proyecto monumental e independiente, sin apenas ayudas o subvenciones públicas, que se ha rodado a caballo entre Sevilla y Portugal, entre la India y Argentina, entre Kazajistán y Jerez, entre la ficción y el making-off, entre el musical y el porno explícito, de la disquisición filosófica al paseo a dos como modalidad para hacer brotar el pensamiento y la memoria, y siempre con un espíritu insumiso e insurrecto, libertario, reflexivo, personal e intransferible donde cualquier regla preestablecida sólo sirve para ser cuestionada o transgredida.

Los futuros y jóvenes cineastas tienen mucho que aprender y desaprender de este seminario y estas películas viajeras e iconoclastas, desafiantes e incorrectas, que cuestionan métodos tradicionales, tendencias autoriales y dinámicas industriales para centrarse en el arrojo de hacer cine libre como expresión y necesidad personal, como gesto creativo impulsivo y sin límites para estos tiempos de corsés, formatos,  uniformes y mensajes biempensantes.

Información completa sobre el seminario y el ciclo aquí

‘La maman et la putain’: la mejor de todos los tiempos

Vaya por delante que La maman et la putain (1973, Jean Eustache) es, al menos para un servidor, una de las mejores películas de todos los tiempos, el filme-río que contiene a todos los filmes de la modernidad, el que habla de lo que verdaderamente importa, el que mejor ha retratado la vida, las pasiones, el pensamiento, el amor y el sexo y el que mejor define una época, los primeros setenta, después de la resaca del 68 y sus utopías truncadas.

Los cafés parisinos, sus apartamentos minúsculos y buhardillas apenas decorados con posters, libros y un tocadiscos son los escenarios casi únicos y reiterativos para los encuentros, conversaciones y desencuentros de un trío de dos mujeres (Lebrun, Lafont) y un hombre que bascula sobre el personaje de Jean-Pierre Léaud, un enamorado del amor y de sí mismo que vive del aire y busca a la mujer de su vida entre las páginas de un diario de rutinas, miradas y palabras, muchas palabras. Eustache apuntala los sueños rotos de una generación, se abre desesperadamente a la autobiografía sentimental, libera como pocos han liberado a la mujer y se mueve por un laberinto de afectos, ideas y decepciones que estallan en el rostro de Françoise Lebrun en su famoso, sostenido y emocionante monólogo final. Busquen más extensos y mejores textos sobre la película, pero sobre todo véanla en Filmin en el ardiente blanco y negro de su flamante versión restaurada en 4K que llega directamente de Cannes después de años de batallas por sus derechos.  

El estreno de la semana: ‘[•REC] Terror sin pausa’

Con su estreno en 2007, [•REC], de Jaume Balagueró, inauguraba una nueva modalidad en el cine de terror patrio con su audaz mezcla de elementos tradicionales del género con el falso documental y una puesta en escena deudora de los nuevos dispositivos audiovisuales. Tres entregas más la convierten en una de las sagas más exportadas de nuestro cine reciente y este documental le rinde homenaje con material inédito de los rodajes y testimonios de sus creadores.

Trailer REC terror sin pausa