2022 se reservaba lo mejor para el final. Gran cine en versión seriada. Presentada en Cannes, estrenada en la televisión italiana hace unas semanas y reciente premiada por la EFA, el pasado 20 de diciembre llegaba a Filmin Exterior Noche, la serie en seis episodios con la que el veterano Marco Bellocchio, 83 años y más de 30 películas a sus espaldas, volvía sobre sus pasos para retomar la crónica del secuestro y el asesinato en 1978 de Aldo Moro, líder de la Democracia Cristiana y figura clave de la política italiana de posguerra a cuyo cautiverio en manos de las Brigadas Rojas ya había dedicado la extraordinaria Buenos días, noche (2003).
Un regreso que, lejos de repetir o estirar la fórmula, encuentra en seis intensas y vibrantes horas de metraje y en una original estructura poliédrica y circular, deudora de ese libro esencial sobre el asunto que es El caso Moro, de Leonardo Sciascia, la forma idónea para narrar el suceso, sus antecedentes y consecuencias desde el encabalgamiento de puntos de vista y el retrato íntimo de personajes que, del propio Moro a los miembros del comando que participó en el secuestro, del Papa Pablo VI a su esposa Noretta y el Ministro de Interior Francesco Cossiga, completan el cuadro socio-político de una Italia convulsa que vivía por entonces sus más violentos años de plomo asediada por la complejidad de sus equilibrios de poder y las revueltas en apoyo de las continuas acciones terroristas, un panorama en el que Moro se había convertido en el chivo expiatorio después de su iniciativa para incluir al PCI en el gobierno.
Si en El traidor Bellocchio se convertía en el mejor cronista de la Historia reciente de Italia en su retrato del mafioso arrepentido Tomasso Buscetta, figura clave para la revelación del funcionamiento interno de la cosa nostra y su primer gran juicio colectivo, en Exterior noche el director de Las manos en los bolsillos o El diablo en el cuerpo se adentra en los siniestros cimientos de la política italiana entendida como un gran teatro grotesco poblado por traidores, cobardes y fantasmas. Pasados ya los años de militancia, al Bellocchio de hoy no parecen quedarle dudas sobre la existencia de buenos en la batalla entre las dinámicas del poder y las utopías revolucionarias. La resaca del mayo del 68 fue demasiado larga en un país siempre inestable entre las maniobras políticas, el peso de la iglesia y la pujanza de una juventud tan enardecida por los viejos dogmas comunistas como equivocada en sus actos y estrategias. Al Bellocchio de hoy le interesan más esos personajes históricos, sus circunstancias íntimas, sus luces y sus sombras, fantasmas del pasado a los que observa en sus dudas, miedos, sueños y pesadillas para desentrañar la Historia con mayúsculas y su proyección en el presente. Exterior noche sigue así al lúcido, filosófico, devoto y maniaco Moro, a su esposa en plena crisis, al siniestro Andreotti o al amigo y traidor Cossiga, al papa en su enfermedad o a los terroristas atrapados entre el dogmatismo, la obediencia y la conciencia del error, trazando entre ellos la foto fija de un momento histórico traumático que el cineasta, como también intuyera Sciascia casi en el acto, entiende como gran oportunidad perdida para la estabilidad y el avance de un país que luego ha visto cómo la mafia o el berlusconismo, tanto monta, han degradado las instituciones y la sociedad hasta extremos insospechables.
Pero Esterno notte es también un auténtico tratado de cómo contar y reconstruir el pasado sin asomo de impostura y acartonamiento, un festín de interpretaciones y caracterizaciones donde Fabrizio Gifuni, Margherita Buy, Toni Servillo, Fausto Russo Alessi, Fabrizio Contri, Daniela Marra o los innumerables secundarios que la atraviesan confirman el magisterio de Bellocchio para modular y unificar tonos, sobre todo cuando se trata de hacer asomar la siniestra sombra de la fantasmagoría más allá de las máscaras y los parecidos razonables. También en las brillantes soluciones o ejercicios especulativos que redoblan, reinterpretan o incluso reescriben los hechos reales con efectiva libertad dramática. Así, la serie se abre y se cierra con una secuencia que es toda una declaración de intenciones: Moro no murió en el maletero de aquel coche aparcado en la Vía Caetani, equidistante de las sedes de la DC y el PCI, sino que fue liberado para avergonzar a un partido degradado y corrupto e iluminar el futuro de toda una nación.
No hay mejor defensa que un buen ataque
Hija de los tiempos, la serie Autodefensa desembarca también en Filmin como verdadero ejercicio de orgullo femenino juvenil y quién sabe si como astuta provocación para señoros y boomers (que son los que pagan la suscripción) en esta nueva y rentable batalla de etiquetas generacionales que tan buenos réditos sigue dando al capitalismo de ficción.
Creada por Berta Prieto y Belén Barenys a partir de sus propios personajes de streaming, la serie que co-escribe y dirige Miguel Ángel Blanca sigue en breves episodios-viñeta el día a día de dos chavalas autoempoderadas como iconos de la nueva vida alegre y desenfadada con un cierto trasfondo existencialista: el sexo, las drogas, la fiesta continua y sus resacas son así los pretextos para este retrato de costumbres donde la auto-ironía aflora a costa de la parodia de lo masculino en sus diferentes encarnaciones del patetismo, la inseguridad o la frustración. Heroínas de cómic underground, Berta y Belén celebran su amistad, su estética urbana, sus tetas, su vello y su desparpajo a prueba de moralistas con bastante sentido del formato y algunos apuntes cinematográficos de neón, sonambulismo fantasma y lisergia del tedio. Tal vez nos equivoquemos al interpretarla en clave sociológica. Autodefensa aspira a ser el futuro de las series para jóvenes en busca de espejos.
El estreno de la semana: ‘La novelista y su película’
Tardó en llegar a nuestra cartelera y ahora sus películas se estrenan con regularidad. Convertido en el cineasta más valorado por la crítica contemporánea, el surcoreano Hong Sangsoo nos trae su segundo filme del año tras el exquisito Delante de ti, este La novelista y su película donde la reunión de tres amigas, una de ellas escritora y otra cineasta, dispara conversaciones sobre el trabajo, las frustraciones y su relación bajo los clásicos efectos del licor de arroz.
Trailer Novelista
