aromas y sabores

Día Internacional del Vodka

  • Les contamos tres historias poco conocidas de esta bebida de tradición que combina la tabla periódica, James Bond y la Segunda Guerra Mundial

Sean Connery como James Bond.

Sean Connery como James Bond. / M. L.

El pasado 4 de octubre se celebró el Día Internacional del Vodka, un destilado producido a partir de la fermentación de granos o plantas ricas en almidón como el trigo, la patata, el centeno o la remolacha, que luego se mezcla con agua destilada.

El término ‘vodka’ tiene origen eslavo y es el diminutivo de la palabra ‘voda’, que significa agua, es decir, ‘agüita’. También se dice vodka en eslovaco y checo, y horilka en ucraniano.

El primer registro del que se tiene constancia de la palabra vodka data del Akta Grodzkie de 1405, los documentos de la corte del Palatinado de Sandomierz en Polonia. En aquella época, la palabra wódka se refería a medicamentos y cosméticos, mientras que la bebida se denominaba gorzalka (del polaco antiguo gorzec, ‘quemar’), a su vez el origen de la horilka ucraniana. La palabra vodka escrita en cirílico apareció por primera vez en 1533, en referencia a una bebida medicinal importada de Moscovia a Polonia por mercaderes moscovitas.

En los países del este, ‘vodka’sirve para designar cualquier bebida de alta graduación. A este respecto, hay que tener en cuenta, como sucede con frecuencia con las palabras extranjeras utilizadas fuera del contexto de esa lengua extranjera, que ‘vodka’ significa una realidad distinta en los países del este y en los países de habla española, inglesa o francesa.

Varias botellas de vodka. Varias botellas de vodka.

Varias botellas de vodka. / M.L.

Vodka, en el contexto ruso, es palabra genérica, como la inglesa spirit, que sirve para designar cualquier destilado. Nunca los rusos consiguieron un aguardiente que resultase atractivo en razón de sus sustancias de origen, como hicieron los escoceses con la cebada —dando lugar al whisky— y los franceses con los aguardientes de vino de Charentes y de Armañac, los mexicanos con el tequila, etc; pero consiguieron algo no menos interesante: un destilado insípido compuesto solo por alcohol y agua. La intención, al parecer, era conseguir una concentración de alcohol tan elevada que el producto no pudiese congelarse fácilmente, por razón de que el alcohol se congela a temperaturas más bajas que el agua.

La bebida con el correr de los siglos se popularizó en el mundo y hoy en día forma parte de un grupo selecto de destilados que se convirtieron en una referencia de la coctelería.

Si bien la popularidad que esta bebida posee al día de hoy es innegable, se puede reconocer que hay muchos mitos e historias poco conocidas en torno al surgimiento y expansión del vodka. Es común asociar la historia y origen de esta bebida a Rusia y su población. Más común es, en este contexto, que se estereotipe la cultura rusa en torno a esta bebida y sus connotaciones. Sin embargo, ¿es verdaderamente rusa?

El origen al día de hoy sigue siendo disputado con Polonia. La primera vez que se mencionó esta palabra fue en 1405 en idioma polaco –wodka, en principio una especie de medicamento– en los documentos del Palatinado de Sandomierz de Polonia. Hay ciertas pruebas que indican la producción de esta bebida siglos antes tanto en Polonia como en Rusia.

Su procedencia sigue siendo un misterio. Se habla de que personas oriundas de Moscovia habrían acercado la bebida a Polonia. Sin embargo, la versión más difundida es que fue creado por monjes, que no podían producir vino por la cuestión climática y dieron con esta receta.

Hacia mediados del XIX, la industria todavía no se ponía de acuerdo en relación a la graduación alcohólica ideal que debía presentar. Los diferentes métodos de destilación y técnicas hacían que la graduación fuese de entre el 10% vol a 50% vol. de alcohol. Se dice que esto fue hasta fines del siglo XIX, cuando el químico ruso Dimitri Mendeleiev llevó a cabo estudios que determinaron que la graduación ideal era de 40% vol. Sí, el mismo químico que en 1869 creó la tabla periódica.

Tras la publicación de los estudios, la industria estandarizó esta medida y permitió distinguir a los vodkas rusos. En 1894 el Gobierno de Rusia certificó el vodka Mendeleievskaya y lo llamó Moskovskaya Especial. Al día de hoy ese estándar sigue vigente, a pesar de encontrar muchas opciones de diferente graduación en el mercado.

Sin embargo, una de las inscripciones en un stand en el Museo de Vodka en San Petersburgo dice que Mendeleyev consideraba la fuerza ideal de vodka en torno a 38%, pero este número se redondea a 40 para simplificar el cálculo del impuesto sobre el alcohol. Por otra parte, este mito es ampliamente utilizado para fines promocionales. Por ejemplo, la etiqueta de Russian Standard dice que el vodka es “compatible con la más alta calidad de vodka de Rusia aprobado por la comisión de gobierno real encabezado por Mendeleyev en 1894”. Sin embargo, no hay ningún trabajo de Mendeleyev relacionado con los métodos de dilución de alcohol en la producción de vodka. En segundo lugar, el estándar ‘40 grados’ se estableció en Rusia en 1843, cuando Mendeleyev tenía sólo nueve años de edad. Fue introducido por el gobierno sin la participación de ningún científico.

La globalización del vodka surgió décadas después ya en el siglo XX. Hasta ese momento esta tradicional bebida para los rusos era solo eso.

Durante la revolución rusa en 1917, el vodka era una de las bebidas de mayor aceptación en las tropas. Ya sobre el final de la Segunda Guerra Mundial, en la que la Unión Soviética integró el bando aliado junto a Estados Unidos, el interés norteamericano por esta bebida ya consolidada fue el promotor de su crecimiento a escala mundial.

Compañías estadounidenses comenzaron a adquirir las licencias para producir la bebida en su país y el cine hizo lo suyo en la ‘batalla cultural’, dominada hasta el momento por el whisky y la ginebra. De hecho, una de las escenas más icónicas del cine norteamericano popularizó la bebida por intermedio del personaje James Bond, culpable de que el famoso Martini seco comenzase a producirse con vodka.”¿Agitado o mezclado?”, como decía aquel jovencísimo Sean Connery.

A partir de ahí todo es historia conocida. El vodka comenzó una etapa de masificación y, sin abandonar la tradición, también fueron surgiendo otro tipo de preparaciones, como los ‘saborizados’ tan de moda.

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