Cómics

Visiones del futuro

  • Aunque os parezca increíble, esta historia que ha permanecido oculta durante muchos años revela un fenómeno tecnológico que os dejará boquiabiertos

Detalle de la ilustración de portada.

Detalle de la ilustración de portada.

Año 1975. En el tranquilo pueblo de Beyariac ha llegado la sucesión en la famosa empresa que da trabajo a muchos de los lugareños. Se trata de Bencop, fabricantes de fotocopiadoras que le han hecho la competencia a las creaciones venidas de allende los mares.

Pero el joven Jean-Yves Bertrand, hijo del patriarca Jacques –Marie, un joven algo torpe y tímido tiene otras ideas, otros sueños. Y por ello ha realizado un pedido de revistas sobre el mundo informático a la tienda norteamericana Cool Computer, que se las surte encantada, además de un inesperado 'regalito', auténtico detonante de un hecho que pudo cambiar la historia de la informática.

Y es que junto a las publicaciones; hay otras que tocan variados temas, entre ellos el del yoga, la relajación y el running, viene una bolsita con María, que una vez fumada por el hasta entonces perdido Jean-Yves, le abrirá los ojos y mente hacia un futuro que todos nosotros ya conocemos, y disfrutamos.

“Ordenadores personales”, este será el objetivo, el nuevo camino que en El Labo, centro neurálgico donde se va a crear en secreto, y junto a un grupo de pintorescos profesionales de diversos campos, un PC.

Eso sí, las cosas no van a ser nada fáciles para Jean-Yves y Cía, ya que ni su mismo padre le otorga su confianza, por no decir los socios de la empresa, que se regodean una y otra vez del muchacho.

Pero lo sorprendente ocurrirá, y en esta increíble historia narrada por una misteriosa anciana, vamos a ver con sorpresa como el talento y tesón de este grupo de hombres y mujeres (la filosofía de la empresa sufrirá un radical cambio desde el momento en el que Joyce Martial comience a impartir sus clases de yoga y sexología a las desesperadas esposas de los machistas socios de la firma…) logra crear un milagro bautizado como Ordisympa.

Hervé Bourhis, guionista de este cómic, historia de lo que pudo ser y no fue, con una sólida base histórica en la que se ha documentado, ha creado una ficción que no por loca pudo haber sido menos verdadera. Tan solo tenéis que ojear el epílogo de esta para comprobar que la mala suerte puede empañar los proyectos más innovadores, sombra que revoloteará sobre los ocupantes de ese Labo…

El argentino Lucas Varela, viejo conocido por estos lares, ejecuta como siempre un magnífico trabajo gráfico, del que me gustaría destacar los diferentes “viajes” del protagonista, resumiendo con imágenes años y años de adelantos tecnológicos, con todo los bueno y malo que ello ha implicado para la sociedad actual, en la que la mayoría nos hemos convertido en cabizbajos esclavos de las pantallas de nuestros móviles, tablets u ordenadores.

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