Artesanos de la sobremesa

En la venta La Casucha, el tiempo tiene su propio transcurrir. Este establecimiento, ubicado junto al Río Dílar, ha conseguido crear una atmósfera que invita al comensal a alargar el almuerzo hasta el anochecer. No es casualidad. Todo en La Casucha está enfocado a que el visitante se sienta como en casa, olvide sus preocupaciones por unas horas y disfrute de una suculenta comida en un relajante paraje natural.

A diferencia de otros establecimientos donde se emplean técnicas -más o menos sutiles- para poner fin al servicio, en este local los clientes son persuadidos para permanecer en sus mesas con su famoso 'pack de sobremesa'. Bizcocho, castañas, limonada, vino caliente, sidra o su exclusivo pan con aceite, que los camareros reparten -según la temporada- como obsequio a lo largo de toda la tarde. Incluso en invierno, cuando el merendero solo ofrece servicio a mediodía, los propietarios no tienen reparos en volver a encender la parrilla para la cena.

Es esta atípica concepción del negocio, como si de una reunión de amigos se tratara, lo que ha conseguido que La Casucha congregue durante el fin de semana a alrededor de medio millar de personas dispuestas a "perdonar" la inexperiencia en el campo de la hostelería de los dueños Tomás Segura y Rubén Martínez -como socios mayoritarios- y José María Garrigosa, Francisco Arévalo, José Rivera y Esther García.

Fue la casualidad lo que puso en marcha La Casucha hace tres años, cuando Segura y Martínez se cruzaron con un cartel de 'Se Alquila' durante una ruta de senderismo por la zona.

A pesar de su desconocimiento en la gestión de restaurantes, decidieron que era el lugar ideal para "pasarlo bien". De un reducido equipo, formado por un puñado de empleados, la venta ha pasado a contar hoy día con más de una veintena de trabajadores y ha ido mejorando su servicio hasta el punto de que reciben a clientes de toda España a los que algún conocido les ha recomendado el lugar.

También contribuye a su fama la oferta gastronómica de La Casucha, diseñada por la madre de uno de los propietarios, Antonia Vico, y ejecutada con esmero por Rafael Romera, Encarna y Julio.

Entre sus propuestas se incluyen raciones de foie de pato casero, huevos con papas a lo pobre, choto al ajillo o asadura; hogazas rellenas de langostinos y puerros, morcilla y fritada de tomate o habas con jamón y huevos; y arroces y carnes a la parrilla, con una amplia variedad de costillar de cerdo y de cordero, presa o pollo a la brasa o codillo al horno, acompañadas por migas o 'papas arrugás' con mojo picón. Aunque lo que más destaca de la carta son los garbanzos con bogavante, plato estrella de La Casucha, y sus curiosos postres, trampantojos entre los que se encuentran un sorprendente plato alpujarreño o una maceta que esconde una tarta.