Corpus

El Ayuntamiento busca en empresas a los futuros caseteros del Corpus

  • El recinto de Almanjáyar sufre una merma progresiva de las tradicionales casetas de Feria durante los últimos años debido a la falta de relevo generacional y a los cambios en las costumbres de ocio

Falta un mes y medio para que la ciudad comience a oler a feria. La capital volverá a acoger un nuevo Corpus que, sin embargo, poco tiene que ver con los que se celebraban en los años 80. La merma de casetas tradicionales en el recinto ferial de Almanjáyar está cambiando el paisaje del recinto, que de manera progresiva ve cómo cada vez son más los módulos que quedan vacíos. Y es que la Feria de Granada ha pasado a tener una lista de espera que llegaba a los tres años para instalar una caseta, a una lista de bajas cada vez más alarmante.

Para evitar esta despoblación, el Ayuntamiento buscará en las empresas granadinas a los caseteros del futuro, una medida que cuenta con el apoyo de la Federación de Caseteros. "Hay que buscar medidas para revitalizar el Real. Para ello buscaremos la implicación de los empresarios que son un colectivo que además de disfrutar la feria pueden usarla como reclamo y centro de negocios", comenta el concejal Vicente Aguilera.

La visión de Aguilera es compartida por el presidente de la Federación Granadina de Caseteros, Salvador López, quien cree que la feria es un atractivo turístico que se puede vender a compradores y directivos de otras firmas nacionales. "¿Quién no hace una comida de empresa? ¿O regala unas entradas para los toros? En la misma caseta, incluso, se pueden poner stand con productos e información de la empresa y la idea ya funciona en algunos casos", apunta el responsable.

En realidad, tanto el Ayuntamiento de Granada como los caseteros de toda la vida depositan todas las esperanzas de que se mantenga la tradición ferial en firmas privadas e instituciones. El centenar de casetas que se montaron en el 2006 se vieron reducidas a poco más de 80 el pasado Corpus. "Veinte casetas son muchas casetas", comentan los del gremio. A esto hay que sumarle el auge que desde hace unos años están teniendo las casetas discotecas que ganan espacios y adeptos en cada feria.

El concejal de Mantenimiento confirma que en las solicitudes recibidas hasta el momento -el plazo se cierra el 6 de abril- priman las demandas de locales para jóvenes sobre los tradicionales aunque Aguilera confía en que, como poco, se llegue a la misma cifra de casetas tradicionales que el año anterior.

Muchas son las razones que han hecho que todo cambie. El antiguo presidente de la federación, Eduardo Torres, argumenta algunas: "El que la fiesta del Corpus dejara de ser nacional a local perjudicó a las visitas de gente de fuera que, juntaban un gran puente desde el miércoles de Corpus y podían acercarse a Granada. La feria del centro, también mermó en su momento a la afluencia al Real", señala y, por último, Torres añade que, sin duda, el relevo generacional es uno de los grandes factores y el cambio de mentalidad. "Hay que ser conscientes de que los jóvenes han cambiado su forma de divertirse y que las casetas hay que verlas como un punto de reunión más que un local para bailar sevillanas", concluye.

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