Corpus

El Fandi, de 9 a 9 entregado al toro

  • David Fandila recibe a Granada Hoy en su finca El Toconal, en el corazón de Sierra Morena Habla del futuro de la fiesta, de la ilusión de seguir trabajando y de la Feria taurina del Corpus

Gozamos de la posibilidad de conocer y vivir una jornada con David Fandila El Fandi, en otro lugar y de otra forma a que habitualmente nos tiene acostumbrados. Lejos de las luces, los aplausos, el público pero cerca de la paz, del sosiego, del sentimiento y del trabajo, nos recibe -acompañado de su pareja - en su finca El Toconal, en el corazón de Sierra Morena. Abrió la puerta de su casa a Granada Hoy, las atenciones fueron inmejorables, y puso la guinda al día toreando un novillo y una vaca en la plaza de toros de su finca.

"Aquí siempre hay cosas que hacer: entrenar, correr, andar, dar una vuelta a los animales que es una de las cosas que más me gusta, echar de comer a las vacas y a los novillos, que me entretiene bastante, y luego torear de salón, con el carro; no tengo un horario fijo, pero de 9 a 9 todos los días dedicados al toro". Y apunta Sol, su pareja, que comparte un café con nosotros: "Si no hay nada que hacer, se inventa". Pasan en la finca gran parte del año, ahora se acerca un periodo en el que, muy a pesar suyo, se aleja un poco, "comienza la temporada y me desplazo un poco más a Granada, es más cómodo para realizar los viajes, pero en cuanto llegue el otoño, de nuevo vuelvo aquí, comienzan los herraderos, los saneamientos de las reses, y demás labores", y es que El Fandi realiza todas las labores en primera persona, "como, yo digo, para que una vaca mueva la pata de un cercado a otro, tengo que estar yo, si no no tiene gracia."

De su preparación física diaria, aunque le ayuda Miguel Ángel Torres, dice David que "tengo la rutina bien aprendida, es cierto que a la vuelta de la campaña de América "que es cuando más tiempo paro, necesito alguien que me tire de las orejas para que me cueste menos trabajo encaminarme, pero a partir de ahí las sensaciones son las que mandas, el nivel lo da los tentaderos, torear algún novillo, algunas vacas. De todas formas, el que mejor se conoce y sabe sí estás o no, eres tú". También la preparación técnica se rige por sensaciones, pero sobre todo "cada año que pasa es más fácil esta faceta, la experiencia acumulada de año tras año ayuda mucho". Y en cuanto a la preparación metal destaca que es fundamental "estar tranquilo, estar feliz, tener la conciencia tranquila de haber hecho los deberes, de dar todo lo que está de tu mano, luego influyen otros aspectos que tú no puedes controlar, cómo te embistan los toros, pero sobre todo la preparación de mentalización depende principalmente de tu estado de felicidad."

Es un hombre preocupado por lo que pasa en la calle, "no puedes estar ajeno. La calle, los supermercados, los colegios... te canta diariamente cómo estamos, hay cosas que no se acaban de entender y por eso se presentan situaciones que uno no sabe cómo poder atacar el problema para buscar soluciones en la medida que uno pueda. No obstante, procuro siempre tratar con respeto y optimismo, y siempre colaborar con lo que esté a mi alcance".

Y como es lógico, también está preocupado por la situación que atraviesa el mundo de la tauromaquia. "El mundo del toro ha sido demasiado pasivo y demasiado educado, y con la excusa de que esto se defiende solo, que con solo la educación y el respeto se puede seguir adelante frente a los detractores, hemos dado lugar a que se nos suban a la chepa". Aunque su optimismo natural le da pie para decir que "creo que estos últimos años se está mejorando el ambiente, la gente está yendo más a los toros en determinados sitios, hay más movilización en favor de la fiesta y esto hace que el mundo del toro vuelva a tener más vida". Para El Fandi ha habido un vacío generacional, del que dice se está saliendo, en el que se ha perdido un poco la onda en seguir cuidando y transmitiendo los valores tradicionales y una cultura sin igual totalmente arraigada a España: "Es muy importante que se abra el abanico y la gente conozca este mundo, que es mucho más complejo de lo que se piensa, y sobre todo a respetar, que es lo que últimamente está ausente".

Nunca ha sabido contestar El Fandi a una pregunta que -dice-, le han hecho muchas veces. "De chiquito recuerdo que siempre me gustaba jugar a los toros con los trapos de la cocina, y de forma instintiva, fíjate que mi padre intentó inculcar el gusanillo en mi hermano mayor pero nunca se lo planteó, en cambio conmigo, que no se preocupó, fíjate donde nos encontramos, fue como un juego, poquito a poquito, y cuando me quise dar cuenta me convertí en matador de toros". Puede, no obstante, un momento crítico el día de su Primera Comunión, que le regalaron un vestido de torear.

De igual forma que no se planteó en un momento de su vida ser torero, tampoco cree que se vaya a plantear el momento de su retirada: "Ni en mis mejores sueños me hubiera planteado torear más de mil corridas, mi sueño era ser torero, tomar la alternativa, luego el destino me ha tocado con una varita, puedo sentirme muy afortunado y orgulloso de lo conseguido. A partir de aquí, siempre que tenga ilusión por vestirme de torero, que sea capaz de mantener un nivel y una exigencia que se le exige a El Fandi, estaré manteniéndome como matador de toros, solo el día que no sea capaz de esto me plantearé dejar esta actividad." De todas formas dice que otra connotación para saber cuándo debes apartarte es: "Mientras seas capaz de renovar ilusiones temporada tras temporada, mientras que la gente quiera verte, que te sigan contratando, no debes pensar en retirarte".

Ser famoso, dice David que lo lleva fatal y tiene que pensar mucho para responder a los aspectos positivos que ve en ello. "Más que me conozcan -enfatiza- valoro que me reconozcan lo que hago, lo que he conseguido a fuerza de trabajo, de dedicación y sobre todo con mi esfuerzo, encuentro gente que se me acerca con mucho cariño y admiración y eso me gusta y me llena, sobre todo porque lo entiendo como una recompensa a mi trabajo". Pero asegura que eso le da fatiga y que no acaba de acostumbrarse, aunque no puede dejar de reconocer que se siente muy orgulloso cuando pasea por Granada y recibe el cariño de su gente. Por otro lado, también la fama tiene sus contras: "Siempre hay un pesado que te coge y te da el día". Recalca que acepta todo tipo de críticas y comentarios, como artista que es, "pero siempre que se haga con respeto, pagar una entrada no da derecho a todo".

Quiere romper El Fandi una lanza, no solo a favor de la tauromaquia, sino también a todo lo que lo rodea: "Esto a fin de cuentas es un negocio y además muy amplio que no se queda en la taquilla de las plazas de toros, y como en todos los órdenes comerciales hay gente de todas condiciones, es como el toro, el bueno y bravo de verdad tiene nobleza y entrega su vida por su forma de ser y de pensar, y el manso y rajao nunca sabes por dónde te va salir, nunca hace nada de lo que esperas, como la vida misma, gente de todas clases. Pero su experiencia le dice que "el verdadero aficionado que está dentro de este mundo, es parecido al toro bueno y bravo, los que se enganchan por dinero y sin afición son como el toro malo".

Y del miedo, dice El Fandi, "que como tal no lo siente, su preparación y mentalización le permiten no tener miedo como tal a los toros, mucho respeto, porque me han dado varias veces, lo que sí tengo miedo es a no poder estar a la altura de lo que se espera de mi".

Conforme va pasando el tiempo con David, comienza a surgir una duda: ¿estamos con El Fandi torero o con El Fandi ganadero? No me resigno a plantearle esta situación. "La palabra ganadero le tengo un respeto y un miedo que me da pánico, ser torero es un milagro, pero ser ganadero y conseguir ese toro que uno sueña y que uno quiere es muy difícil de conseguir, porque sobre todo no depende de ti". Y es que de momento, la ganadería de El Fandi, para él es una afición que utiliza solo y exclusivamente para su preparación como torero. "Me cuesta mucho trabajo pensar que algún día pueda lidiar mi ganado en una plaza con compañeros, esto es muy difícil, le tengo mucho respeto, y no me canso de decir a ganaderos amigos que les admiro, cuatro años es mucho tiempo trabajando con un animal sin saber el resultado, me cuesta mucho trabajo la espera".

Así que El Fandi ganadero tiene que esperar. Solo echó una becerrada de añojos hace un par de años en Granada, con la Escuela Taurina para una clase práctica, le pidieron el favor y accedió: "Si por pocas me da algo, lo pase peor que si estuviera toreando en Madrid, le tengo demasiado respeto".

Este jueves vuelve David a vestirse de torero y hacer el paseíllo en la Maestranza de Granada. Atrás quedaron las temporadas en las que estuvo anunciado tres tardes en su Granada, esto fue durante diez años, pero aunque solo sea una tarde lo que no le va a faltar es "ilusión y las ganas de hacer las cosas bien". Porque sale "con las mismas ganas de triunfar y de poder agradar que al principio". No se olvida de pedir que los toros que salgan por el portón "den opciones de hacer cosas, que embistan, en definitiva de que todos podamos disfrutar de una tarde de toros en Granada, que es muy especial".

Está contento David con la feria taurina que ha presentado la empresa este año "de momento se ha mejorada el abono, después de una reducción años atrás con frenazo en seco, ha llegado esta empresa, que se ha consolidado y ha hecho las cosas muy bien, trabajando con criterio y con sensatez y sobre todo sembrando. Una corrida más y la opción de una clase práctica la considero muy importante". No obstante, a El Fandi le gustaría que en la Feria del Corpus en Granada "hubiera alguna novillada más", en cuanto a más corridas no le ve conveniente ya que considera que "cuatro corridas de toros, como este año, con aliciente, con carteles diferentes y bien rematados puede ser mejor que más y con menos calidad". Pero, sobre todo, a esta empresa y a las que puedan venir a Granada les pide como aficionado y como granadino "que miren y que cuiden la afición, que hagan las cosas no solo para un sector muy exclusivo de la afición, sino con miras de sembrar para recoger".

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