Corpus

Mendoza lo torea todo y triunfa

  • El rejoneador navarro salió a hombros con tres orejas y Sergio Galán consiguió cortar un apéndice

GANADERÍA: Se lidiaron toros de Castilblanco, aceptablemente presentados, escasos de fuerzas y desrazados. Los más toreables, segundo, quinto y sexto. REJONEADORES: Fermín Bohórquez , chaquetilla verde. Rejón caído (silencio); y dos pinchazos (palmas tras aviso). Pablo Hermoso de Mendoza, chaquetilla burdeos. Rejón (dos orejas); y rejón y dos descabellos (oreja). Sergio Galán, chaquetilla gris. pinchazo, rejón y dos descabellos (silencio); y pinchazo y rejón (oreja) Incidencias: La plaza tuvo media entrada en tarde nublada y calurosa.

Para que luego se pregunten por qué Pablo Hermoso de Mendoza es el número uno. Era casi imposible sacar agua de un pozo tan hondo como el encierro de Castilblanco, que por cierto, cuarto y quinto toros tenían unas defensas para asustar. Los astados fueron blandos y con un cariño a las tablas que más parecía un romance. Se rajaron y fueron difíciles de centrar, pero Mendoza, con su maestría, hizo que el lote que le tocó en suerte resultara manejable, y lo dejara lucir con esa solvencia y espectáculo que atesora. Hay toreros, también a caballo, que son capaces de meter en faena a cualquier animal, y uno de ellos es, sin temor a equivocarnos, el navarro. Aún más dificultades, si cabe, tuvieron Bohórquez y Sergio Galán, aunque este último pudo enderezar el entuerto en el sexto, y al menos no se fue de vacío de Granada. El jerezano Bohórquez no tuvo toros ni su tarde, su clasicismo se fue al traste con su lote, y por ende, los trofeos. Tampoco estuvo fino con el rejón de muerte, todo hay que decirlo.

Las 182 orejas y 17 rabos en los 85 festejos que Pablo Hermoso de Mendoza toreó el pasado año, son suficiente aval para un dilatado currículum de triunfos. Recibió al segundo con un sólo rejón de castigo, al igual que lo hicieron todos sus compañeros de terna, pues el encierro no daba para más ni las fuerzas de los toros para menos. Con Chenel en banderillas hizo un derroche de facultades, templando de costado en las dos que clavó en lo alto. Pero fue con Ícaro, caballo altivo y de tremendo valor, cuando literalmente se quería comer al toro, y aunque no prendió la primera, robó los olés del público en las dos siguientes. Provocó tanto que incluso topó con el astado. Remató con tres cortas a lomos de Pirata, algo caída la primera pero con espectacular monta. Rejón fulminante y dos orejas.

Con Curro recibió al quinto, un blando que se rajó. Tras un comienzo en banderillas con tres quiebros, uno de ellos en falso, pero dando auténticos pases con el caballo. Sacó a Caviar y clavó dos al estribo, con un toro ya buscando la salida. Lo mejor llegó con Pirata en las cortas, ante un animal emplazado y ya parado. Todo lo hizo Pablo pero ya no había emoción posible, aún así, cogió otras cuatro cortas y clavó dos pares a dos manos en todo lo alto y con gran vibración en el tendido. Tuvo que descabellar dos veces y eso bajó el nivel de los trofeos.

Tampoco se fue de vacío Sergio Galán, pero no lo tuvo fácil, sobre todo en el desrazado y sin fijeza tercero, ante el que lució buena monta en banderillas con Vidrie, citando de lejos, dando los pechos y provocando en la cara del oponente, pero al salir de las dos banderillas, el toro se refugió en toriles y no decía nada. Dominador y valiente con Ojeda en las otras dos, y remató con tres cortas a un toro ya parado que no colaboró en absoluto, montando a Fado. Altibajos como conclusión.

En el sexto, que no quería muchas molestias y estaba a lo suyo, fue a más. Tras tres banderillas con Vidrie, fijando la atención del toro y muy reunidos en los encuentros, sacó a Apolo, un caballo perla valiente, que bailó con elegancia para citar de costado y tener al público entregado al salir de la suerte. Dos rosas volcándose para rematar una faena con Fado que terminó con dos pares de cortas a dos manos y una oreja en el esportón.

No fue la tarde más feliz de Fermín Bohórquez en Granada. Abrió plaza con un manso de libro con el que bastante tuvo con impedir que el toro se fuera a tablas. Tres banderillas en todo lo alto con Sinfonía, pero todo lo tiene que hacer él, y así no se transmite nada. Desiste con Melero en el par a dos manos porque tuvo algún problema y remató con tres cortas de buena ejecución una faena a la que le faltó la movilidad del toro.

El cuarto fue distraído, además le faltó raza, y así las cosas, pese a los alardes a lomo de Bohemio, en las tres banderillas y lucir una monta campera con Melero en el par a dos manos, algo caídas, y otro que no prendió, remató con dos cortas una faena que se fue apagando para terminar con una suerte suprema de larga ejecución que acabó aburriendo al tendido. Se fue de vacío.

Se cambió de fecha los rejones y se quitó la tradicional corrida de domingo de cierre, no sé si es casualidad pero el tendido respondió solo a medias. Oído a navegantes.

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