Y aunque no lo parezca ya estamos casi, casi en el ecuador del Corpus, o mejor dicho, en el ecuador de los días grandes de esta fiesta granadina. Miércoles y jueves de Corpus son por excelencia las jornadas más importantes de la semana festiva. No sólo por el desfile de la Tarasca ni la procesión del Corpus sino porque gran parte de los currantes de la ciudad comienzan su descanso y pueden escaparse a disfrutar del ferial o largarse bien lejos.

Como lo que nos interesa es el primer caso, hoy damos por garantizado un lleno absoluto en todos los rincones de Almanjáyar. Aún así, el mediodía de ayer ya dejó el listón bien alto. Los caseteros no pierden la tradición de los típicos almuerzos en el ferial y no fallan ningún día. Arroz picante, habas con jamón, salmorejo, pollo al ajillo, carne en salsa... Evidentemente, alrededor de estos platos se dan cita más de uno y de dos comensales. "Además, es que la comida en la feria sabe diferente, sabe mejor", comentaba uno de ellos. "Es como cuando comes el campo; pues en la feria igual, así que todo el mundo tiene que venir a vivir la feria de día".

Ayer por ejemplo lo hicieron los miembros del grupo municipal socialista y también Izquierda Unida. La caseta de Emasagra también congregaba un sinfín de comensales y en la Pecera también había muy buen ambiente. Ni que decir tiene el buen olor que salía de las instalaciones de la caseta municipal, donde se celebraba el concurso de tapas.

En familia, con amigos, en pareja. La feria de día gana terreno y se afianza poco a poco. "Unos vienen a tomarse una cañita, otros comer, otros simplemente a ver el desfile de caballos, da igual", explicaba un casetero. Porque realmente lo importante es que se suba al Real y se disfrute de los colores de la feria a la luz del día.