Corpus

La diseñadora granadina Azahara Sánchez firma el modelo de este año

  • La creadora, afincada en La Zubia, afirma que es difícil agradar a todo el mundo

La Tarasca volverá a salir este año por las puertas del Ayuntamiento de Granada dispuesta a ser la protagonista exclusiva del desfile de modas más multitudinario de la ciudad. El más popular y también el más controvertido, porque todos los años la única maniquí con nombre propio de Granada (Tarasca designa al dragón que pisa, pero en la ciudad se utiliza para designar a la fémina que la pisa), suele dejar a su paso bastantes críticas. Este año Azahara Sánchez es la encargada de asumir el encargo de realizar el vestido más observado del día grande de las fiestas del Corpus Christi.

Como manda la tradición, la diseñadora, que posee un establecimiento de moda nupcial en el municipio de La Zubia, no quiere dar pistas sobre el estilo o la línea de su creación.

Hasta tres pruebas ha tenido su creador para confeccionar a medida el atuendo que esta mañana exhibirá la Tarasca.

Enrique Cabrera, el técnico de Cultura del Ayuntamiento de Granada que supervisa la procesión y que se encarga de su conservación, tampoco quiere quitarle misterio al secreto pero cuenta que a él le gusta mucho más la Tarasca cuando va más arreglada. "En los ochenta se le empezó a encargar los diseños a grandes firmas que la vistieron más informal y no le favorecía", comenta el técnico, quien achaca a esta época el chascarrillo "es más fea que la Tarasca". "La Tarasca en sí es guapísima, las proporciones de la cara, los ojos... Ese dicho popular es absolutamente incierto".

Pasada esa racha la Tarasca se empezó a vestir a medida y, según Cabrera, el resultado ha sido mucho mejor.

Las firmas locales, que son escogidas por el Ayuntamiento de Granada, tienen una gran ventaja: se han decidido a donar los trajes que luce la maniquí para crear un colección que pasará a formar parte del Museo de la Ciudad. "Tanto lucir modelos y la Tarasca no tenía vestidos", confiesa Cabrera.

El que se encarga de vestirla es el responsable de buena parte de la belleza que lucirá la maniquí ese año, porque la Tarasca "tiene alopecia" -en palabras de su conservador- y quien la viste, como en cualquier desfile de moda, se encarga también de ponerle pelo, del maquillaje y de los complementos.

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